El jefe del equipo del Gobierno colombiano en la negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, pidió hoy una rápida implementación del acuerdo de paz en el Congreso y llamó a la reflexión al sector que sigue poniendo reparos al pacto.
De la Calle destacó que el acuerdo de paz firmado inicialmente fue modificado con muchas de las objeciones del partido de derecha radical Centro Democrático, que dirige el ex presidente y ahora senador Álvaro Uribe, y que lo que sigue es su implementación, reportó DPA.
«Se incorporó prácticamente todo. Es el momento de pedirles a los voceros del ‘No’ que reflexionen. Es el momento de seguir adelante, dar el paso, formar el acuerdo e implementarlo», dijo De la Calle a la cadena de radio Caracol el referencia al sector que pidió rechazar el primer pacto de paz en el plebiscito del 2 de octubre.
Previamente, De la Calle expidió una declaración en la cual reiteró que el segundo pacto de paz incluye «cambios, ajustes y precisiones de fondo en prácticamente todos los temas» planteados por quienes votaron por el «no».
«Hacemos un llamado, patriótico y sincero, a los colombianos, a aquellos que votaron ‘Sí’, a los que votaron ‘No’ y a aquellos que no participaron en el plebiscito: Llegó la hora de avanzar. Llegó la hora de unirnos alrededor de este nuevo acuerdo, de este acuerdo mejorado y ajustado», expresó De la Calle.
El portavoz del Gobierno dijo que se reunirá con los negociadores de las FARC para definir la fecha y el lugar de la firma formal del nuevo acuerdo, pues las discusiones ya están cerradas.
De la Calle se reunió el lunes con Uribe y varios dirigentes del Centro Democrático en busca de apoyo al nuevo acuerdo, pero el partido de oposición argumentó que sigue insatisfecho con varios puntos del texto.
El delegado del Gobierno recordó que el único punto planteado por el Centro Democrático que no fue modificado en el acuerdo fue el de la elegibilidad política de los futuros desmovilizados de las FARC.
Varios dirigentes que impulsaron el voto por el «No» plantean que los guerrilleros que han cometido delitos no puedan participar en política ni aspirar a ser elegidos a cargos públicos, pero el Gobierno respondió que el objetivo de un proceso de paz es precisamente que un grupo armado se desmovilice para vincularse al sistema democrático.
Tras no llegar a un acuerdo con el Gobierno, el partido derechista pidió una reunión con las FARC, pero varios jefes de ese grupo la descartaron por considerar que con eso se busca dilatar la firma del pacto de paz y el comienzo del proceso de implementación en el Congreso.
El director del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, dijo que su partido «dará la batalla en el Congreso» en los temas que le resultan inconvenientes.
Tanto el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos como las FARC han afirmado que el acuerdo de paz es entre esas dos partes y que no puede ser modificado por ninguna otra instancia.
«Tendremos que dar la batalla desde el Congreso en los temas que consideramos no son convenientes. Nos dicen que son inmodificables los textos que se firmaron recientemente con las FARC y advertimos que era necesario hacer unos cambios», dijo Zuluaga.
El Gobierno y las FARC, que iniciaron la negociación a finales de 2012 en La Habana, anunciaron el 12 de noviembre un nuevo acuerdo de paz en sustitución del pacto firmado el 26 de septiembre por Santos y el máximo líder del grupo guerrillero, Rodrigo Londoño, que quedó en el limbo al ser rechazado por una estrecha mayoría de votantes en el plebiscito.
El nuevo acuerdo de paz será firmado dentro de pocos días por Santos y Londoño, y todo indica que será refrendado por el Congreso y no en un segundo plebiscito. EU
MMijares