Se suele decir que la vida en la India gira en torno a sus ferrocarriles, que transportan 23 millones de personas todos los años.
La red de ferrocarriles de la India, la tercera más grande del mundo, cuenta con 12.600 trenes de pasajeros y de carga y con 115.000 kilómetros (71.000 millas) de vías. Con 1,4 millones de trabajadores, es la empresa que más empleados tiene en el país.
Pero las cosas no marchan demasiado bien con la red, como se refleja en el accidente del domingo en que 14 vagones se salieron de las vías causando la muerte de al menos 148 personas en el estado norteño de Uttar Pradesh.
Por muchos años el ferrocarril ha sido una herencia romántica de los ingleses, construida hace más de 160 años y que enfrenta una escasez de recursos, vías viejas y un sistema de señales y de comunicaciones anticuado, además de un volumen de tráfico que desborda la capacidad del sistema.
La tragedia del fin de semana, cuyas causas están siendo investigadas, puso sobre el tapete la necesidad de renovar toda la red.
La economía india atraviesa por un período floreciente y han surgido decenas de aerolíneas privadas que sirven a la creciente clase media-alta. Pero decenas de millones de indios que viven en el interior o que no están en condiciones de pagar pasajes de aviones dependen de los trenes.
Y los viajes en tren conllevan ciertos peligros. Estadísticas del gobierno indican que en el 2014, el último año para el que se tienen cifras, más de 25.000 personas fallecieron en accidentes ferroviarios, que van desde gente que se cae de los techos de los vagones en movimiento hasta choques de trenes. A ellas se suman unas 15.000 personas que fallecen todos los años cruzando las vías, según un estudio del gobierno del 2012.
Sucesivos gobiernos han negado recursos para modernizar la red y el sistema está al borde de la quiebra, de acuerdo con el ministro de ferrocarriles Dinesh Trivedi.
El funcionario sostuvo que hacen falta entre 3.000 y 3.800 millones de dólares solo para reemplazar equipo viejo.
Pero el gobierno aprobó apenas 485 millones en el presupuesto del 2016.
«La renovación de equipos viejos queda postergada, con lo que a sabiendas comprometemos la seguridad», se quejó Trivedi.
El primer ministro Narendra Modi dijo que su gobierno se ha enfocado demasiado en proyectos muy publicitados, como la llegada de trenes bala de alta velocidad, en lugar de abocarse a la renovación y mejora de la red.
«Apenas si podemos manejar la velocidad de los trenes así como estamos y no es lógico estar hablando de construir trenes bala que cuestan miles de millones de dólares», declaró Basudev Acharya, ex legislador que encabezó una comisión parlamentaria encargada de supervisar las operaciones de los ferrocarriles.
Nirmala George / AP