Militares y policías hallaron un campamento de delincuentes en el sur de México donde rescataron a un secuestrado, encontraron restos humanos en una hielera y extrajeron 12 cadáveres de fosas clandestinas.
El macabro hallazgo fue efectuado el martes en una región del estado sureño de Guerrero donde narcotraficantes rivales se han lanzado a una ola de extorsiones, secuestros y batallas por el control del lugar.
Una patrulla conjunta del ejército y la policía recibió la denuncia de que había cautivos en un campamento rural en un cerro en Zitlala, cerca de la ciudad de Chilapa, dijo Roberto Álvarez, vocero de seguridad de Guerrero.
Los efectivos acudieron a investigar, hallaron el campamento y liberaron a un secuestrado.
No encontraron sospechosos, pero sí cargadores de balas, vehículos y la hielera con los restos humanos.
Los narcotraficantes suelen decapitar a sus víctimas y colocar las cabezas en hieleras.
Efectivos del ejército acordonaron la zona mientras los investigadores trataban de identificar los cuerpos.
Algunos sobrevivientes han revelado que los grupos delictivos en Guerrero suelen tener campamentos donde retienen, torturan y matan a las víctimas de secuestros.
Y el miércoles, procuradores estatales dijeron que el cadáver de otro hombre fue hallado enterrado en una tumba clandestina cerca de la costa del estado en el Pacífico.
Guerrero ha sufrido un aumento en la violencia generada por el crimen organizado. Últimamente se han encontrado cadáveres desmembrados o decapitados a la vera de los caminos en distintas partes del estado.
En respuesta, el gobierno anunció el lunes que está incrementando las patrullas conjuntas en las zonas de mayor violencia. AP