Desde hace rato hemos venido planteando la revisión de los procedimientos de la Operación Liberadora del Pueblo (OLP), por algunas malas praxis que se venían cometiendo no solo en Barlovento sino también las costas de Vargas y Cariaco
Más de sesenta artículos, a través de estas páginas, hemos escrito desde la década de los noventa, llamando la atención gubernamental, desde la cuarta hasta la quinta república, sobre el indetenible proceso de descomposición social que ha arropado a la subregión de Barlovento. Sin embargo, nuestro clamor, con propuestas concretas no han sido abordadas con profundidad. Aquellos núcleos de resistencia de nuestra barloventeñidad se han debilitado, sobre todo en el sector cultural, como decía recientemente el líder afrodescendiente Sixto Hernández; otros proyectos hermosos como la Catedra Libre de Percusión han desaparecido.
En nuestro penúltimo artículo, hacíamos un resumen histórico sobre las advertencias de las prácticas delictivas compensadoras, que lamentablemente arropó a varios sectores, desde la política, pasando por la desestructuración familiar y las malas praxis de algunos cuerpos de seguridad del Estado. Lamentablemente, y a pesar de muchos esfuerzos realizados y llamados a las instituciones competentes, desde Corpomiranda, Ministerio de la Cultura, Juventud y Deporte y Ministerio de la Mujer, así como las alcaldías, no se dio respuesta a la proposición de hacer un plan rector de prevención, y la descomposición se profundizó que ya hay niños con armas de alta potencia.
Festín politiquero
Desde hace rato hemos venido planteando la revisión de los procedimientos de la Operación Liberadora del Pueblo (OLP), por algunas malas praxis que se venían cometiendo no solo en Barlovento sino también las costas de Vargas y Cariaco, como se aprecia comunidades afrovenezolanas. La fosa común donde se encontraron 12 cadáveres en el municipio Acevedo puso en evidencia estas malas praxis, que inmediatamente el gobierno nacional pasó a reconocer en un comunicado en el cual expresa que “el despacho del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, en el preciso instante de recibir, a través de las instituciones del Estado, las primeras informaciones de denuncias por parte de los familiares afectados, ordenó la apertura de la investigación penal militar, y sobre la base de las experticias recabadas por los organismos competentes, se determinó la responsabilidad de un oficial superior y algunos tropas profesionales quienes admitieron su culpabilidad”. Oportunistamente después, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, y algunos sectores de la oposición han pretendido utilizar este hecho punible en un tema politiquero. Por su parte, el Defensor del Pueblo, Williams Tarek Saab, en una posición valiente, por sus años de experiencia dejó sentado lo siguiente: Ninguno de los hombres asesinados tenía entradas policiales ni antecedentes criminales. Eran campesinos. No guardaban ningún parentesco ni participaban en actos de labor público ni de otro tipo. El autor material de los asesinatos fue el propio teniente coronel José Rojas Córdova, junto a un sargento. Córdova confesó su participación y aportó la información sobre donde estaban los cuerpos. Hay un autor intelectual que pertenece al componente que actuó en los hechos, quien “debe identificarse independientemente del grado que tenga”. Hubo dos testigos de los hechos que aportaron información “para determinar su acción”. Se han identificado 9 cadáveres y aún queda pendiente la identificación de los otros tres”, afirmó Tarek William Saab. La posición del gobierno venezolano ante estos hechos ha sido clara: no se están ocultando y fueron condenados por las y los habitantes de Barlovento, así como a nivel nacional e internacional. El gobierno venezolano no está asumiendo la posición cobarde del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez cuando masacraba a miles de personas sin responsabilizarse, conjuntamente con los paramilitares, como recientemente descubrieron la fosa común más grande del mundo con dos mil asesinados en Antioquia, a comienzos de este año. Ese modelo corrupto paramilitarista fue transferido a las bandas criminales en Venezuela y que lamentablemente penetró en las mentes de individualidades del ejército venezolano y cuerpos de seguridad, como quedó expreso en los hechos recientes de Barlovento. El gobierno venezolano no es el gobierno mexicano, que no ha dado respuesta ante la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa y 22 maestros en Oaxaca. Aún lamentamos que el Ministerio de la Mujer y los organismos competentes no haya investigado (hasta escribir esta nota) los casos de las tres mujeres asesinadas en Cumbo y Las Delicias, municipio Andrés Bello.
Derechos humanos, violencia y mujer
El próximo 10 de diciembre se conmemora el día internacional de la Declaración de Derechos Humanos “como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción”.
Foro en Barlovento
La organización Cimarronas de la esperanza y el Movimiento Afrorrevolucionario Juan Ramón Lugo convocan a un foro sobre Derechos Humanos, Violencia y Mujer en Barlovento, donde discutirán un plan de trabajo para trabajar prevención y ruptura de la transmisión de antivalores en el seno del hogar. Este foro será a partir de las 9 am, en la calle Malabar, Edificio Ceiba
CHU CHE RÍAS
-Urgente revisar qué está pasando con los alimentos en Barlovento, llegan a un precio y los siguen revendiendo al 500 por ciento de lo que cuesta.
-Denuncia que entre los chinos, la Polar y al parecer algunas alcaldías de Barlovia le están sacando el máximo provecho a esa inestable situación inflacionaria… Mosca Bernal, te llaman en clave de clap clap clap… clap clap, Barlovento te llama.
LA VOZ DE AFROAMÉRICA / Jesús Chucho García