Cesación en Mercosur

The Paraguayan flag is seen next to other members of the Mercosur during the XLIII Mercosur presidential summit in Mendoza, 1050 Km west of Buenos Aires, Argentina on June 29, 2012. AFP PHOTO / Juan Mabromata

Aunque Nicolás Maduro se mantiene en el poder por el apoyo del Alto Mando Militar, los aparatos represivos legales e ilegales como los colectivos paramilitares y el control de los Poderes Públicos, con la excepción de la Asamblea Nacional, ello no le sirve para burlarse de los organismos internacionales

El autoritarismo de la administración de Nicolás Maduro, que lo lleva a gobernar sin Ley y sin Constitución, es en lo fundamental la causa de la decisión de los países fundadores de Mercosur, de expulsar o decretar la cesación de Venezuela de ese mercado común, porque en la época que vivimos, la violación de los Derechos Humanos es un delito de lesa humanidad condenado universalmente. En Venezuela, la mayoría de los ciudadanos, más del 80 %, rechaza las políticas represivas y económicas del gobierno de Maduro. Y aunque se mantiene en el poder por el apoyo del Alto Mando Militar, los aparatos represivos legales e ilegales como los colectivos paramilitares y el control de los Poderes Públicos, con la excepción de la Asamblea Nacional, ese aparataje no le sirve para burlarse de los organismos internacionales, con los que Venezuela tiene firmados convenios de defensa de la democracia.

Aunque en los medios económicos, empresarios y técnicos en la materia, se discutió mucho acerca de las ventajas y desventajas que tendría el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur) Hugo Chávez en ejercicio de la Presidencia de la República, se empeñó en ingresar ofreciendo villas y castillos tanto para los países fundadores: Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, como la economía venezolana. Durante varios años enfrentó la resistencia del Congreso de Paraguay, cuyos integrantes se oponían a su ingreso por considerar que no cumplía con los requisitos que establecieron los fundadores, entre los cuales se encontraba el respeto a los Derechos Humanos, y varios sobre deberes de importación y exportación.

Y aunque contaba con el respaldo de los Kirchner en Argentina, Lula en Brasil y Tabaré Vásquez en su primer mandato, tuvo que aprovecharse de la suspensión temporal de Paraguay para poder ser miembro con algunas condiciones que no cumplió, mientras sus amigos gobernaban en los países que lo apoyaban. Al producirse cambios en las presidencias de Argentina y Brasil, el panorama político e incluso reglamentario se volcó en su contra, porque unidos con Paraguay, ante la evidencias del incumplimiento de las normas que rigen la constitución de Mercosur, estos tres países convencieron a Uruguay de la necesidad legal de decretar la cesación de Venezuela como miembro pleno.

Muerto Hugo Chávez, su heredero no fue capaz de crear las condiciones exigidas por el Protocolo de la creación de Mercosur, sino que por lo contrario agudizó la violación de los Derechos Humanos y el incumplimiento de las condiciones requeridas por el mercado común. Los países fundadores no le permitieron ejercer la presidencia de Mercosur y le dieron un plazo hasta el 1º de diciembre de 2016 para que cumpliera los requisitos de carácter obligatorio para poder continuar siendo miembro con todos los derechos establecidos. Vencido ese plazo, Maduro no solo no cumplió, sino que agravó las contradicciones políticas y económicas existentes con los países fundadores de Mercosur.

De allí que Venezuela está fuera del Mercosur por razones de política internacional, que aplican países con gobiernos de centro, de izquierda o de derecha, que creen firmemente en las bondades de la democracia, para exaltar la dignidad del ser humano y crear condiciones para el mutuo respeto entre corrientes políticas con pensamientos diferentes, y el progreso y bienestar de los pueblos, algo que el gobierno de Nicolás Maduro, sus seguidores o aprovechadores le niegan a los venezolanos, presentando una falsa fachada de demócratas, con la que ya no pueden engañar al mundo de hoy.

Juan Páez Ávila 

 

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