En Copacabana, parte baja, se hundió la calle el pasado 2 de diciembre debido a las lluvias y a una fuga de agua que empapó el terreno
Más de 30 familias de Copacabana, parte baja, en Guarenas, esperan que les asignen un refugio luego que sus casas se desplomaran el pasado 2 de diciembre y quedaran totalmente inhabitables. Ese mismo día se hundió la calle y el sector quedó incomunicado, así como parte del barrio 29 de Julio, tras los fuertes aguaceros.
Sin embargo, la lluvia no fue la única causa del desastre, según relataron afectados. Una fuga de agua que llevaba años en el lugar fue humedeciendo el terreno y lo hizo inestable. Hace mes y medio las filtraciones eran evidentes en el pavimento y los Bomberos de Miranda hicieron una evaluación en la zona y levantaron un informe que la declaraba de alto riesgo, detalló Margot González, una de las personas que quedó sin hogar.
Con los aguaceros de los últimos días, la tierra se aflojó demasiado y la calle se fue abriendo como si hubiera ocurrido un terremoto; todo se empezó a caer a pedazos hasta que no quedó prácticamente nada en pie, señalaron vecinos.
“Todo se fue desmoronando poco a poco, no fue en un solo día. A mí me dio tiempo de sacar mis corotos y llevarlos a la casa de un vecino. Sin embargo, algunas familias no creían que sus casas se iban a derrumbar y lo perdieron todo”, relató González, quien agradeció que la Alcaldía de Plaza, la Gobernación de Miranda y otros entes han ido a la zona a censar a los afectados y a llevarles operativos de salud para evitar epidemias.
En la zona no hay agua potable desde que se partió en dos la calle. Hidrocapital cortó el suministro para no agravar la situación de las casas que aún están en pie, pues se sabe que el desplome del terreno lo causó una fuga de agua, pero no saben exactamente dónde está el tubo causante, señalaron vecinos.
(Con información de Alejandra Hernández Salazar/elpitazo.com)