Tres títulos barineses en 4 años y revelación marabina. elevan el listón y fuerzan la mejoría del espectáculo
Inobjetable. Si el hecho de dominar el marcador en los dos partidos de la final es índice de méritos para obtener el título absoluto del fútbol venezolano en 2016, el desarrollo de los partidos representa el mejor argumento para la celebración de la tercera estrella en la historia del Zamora. Hay, asimismo, “razones individuales” manifiestas en las cifras, que confirman los méritos acumulados en la emocionante final en Barinas y Maracaibo.
En ambos partidos los llaneros encontraron dificultades, no solo porque dejaron escapar buenas ocasiones, sino porque tuvieron fases de descontrol, de verse superados por el inteligente planteamiento del rival y sus punzantes contragolpes. Incluso, el hecho de verse en desventaja en las cifras al comienzo de ambos partidos hace significativa esa capacidad de remontar, sin desesperarse e insistiendo en su juego, convencidos de que su quehacer era el indicado para alcanzar el objetivo.
El bajón en la segunda parte de la temporada, cuando quedó fuera del octogonal con el consiguiente paro competitivo, pudo hacer pensar que el equipo no tendría los arrestos suficientes ni la capacidad colectiva para volver. Sin embargo, en orden a minutos mejor jugados, en control de espacios y oportunidades, fue superior a un adversario que puso enorme empeño, que le hizo las cosas difíciles y no estuvo tan lejos de lograr el inédito triplete en un año futbolístico.
Méritos también, desde luego, para un Zulia que fue revelación de la temporada, que antes de lo esperado va obteniendo logros de un trabajo bien organizado, con el establecimiento de bases para el largo plazo, estructura para meterse entre los principales protagonistas del balompié venezolano. Mire que hay razones para sentirse complacidos.
La disputa en Maracaibo pareció inclinarse temprano hacia los llaneros, que apenas comenzando estrellaron dos balones en los palos. Pero Zulia se reacomodó pronto, planteó las cosas en igualdad y hasta pudo ponerse adelante en otro acertado toque ofensivo. Solo que Zamora, que anduvo cerca de la igualdad en la primera parte, regresó del camerino con la cartilla bien repasada. El rápido empate y el 2-1 le abrieron el camino, pavimentado luego que el adversario perdió la oportunidad de un penal.
Interesantes el presente y futuro de Zamora y Zulia porque, además, elevan el listón para los demás equipos de la primera división dados sus logros en la cancha por colectivos, y fuera de ella, un empuje que puede forzar la mejoría general del espectáculo.
Los datos de SoccerDataVen
Satisfacción –y toque de atención a su tarea- para Francisco Stifano, que corona el “ganarlo todo” con el título de temporada 2016, luego de ser campeón Sub-17 y Sub-20, en Segunda División, el Adecuación 2015 y el Apertura 2016. A los 37 años es el tercer técnico más joven en ganar la estrella, los otros Eduardo Saragó (30), Daniel Farías (34) y Noel Sanvicente (38). Son algunos de los datos que ofrece el portal especializado, en una serie de estadísticas entre las cuales señala que la asistencia al “Pachencho Romero” (37.674) es la tercera más alta en finales de su tipo. Zamora cierra la temporada con 46 partidos jugados, 26 triunfos, 8 empates y 12 derrotas, 83 goles a favor y 45 en contra. En lo individual, además de los números de Stifano, vale agregar que Pedro Ramírez es el primero con 20 asistencias en los últimos 30 años (además anoto 6 goles). Que Richard Blanco sumó 17 goles y 8 asistencias para culminar una muy buena temporada. Y que Gabriel Torres fue máximo goleador con 22.
-Armando Naranjo-