Según testimonios recabados en la escena del crimen, el hecho ocurrió aproximadamente a las 5:00 a.m. de este miércoles, hora en la cual un grupo conformado por aproximadamente 11 antisociales ingresó a la quinta 316-A de la calle El Mirador
Ultimado tras múltiples disparos en la región torácica falleció un hombre de 62 años de edad, médico de profesión, luego de que un grupo de antisociales irrumpieran para robar en su casa de la urbanización Club de Campo.
El sexagenario que murió luego de la arremetida de los criminales era conocido como Mario Francisco De La Peña Zermeño, el cual se ganaba la vida desempeñando labores inherentes a la medicina.
Según testimonios recabados en la escena del crimen, el hecho ocurrió aproximadamente a las 5:00 am de este miércoles, hora en la cual un grupo conformado por aproximadamente 11 antisociales ingresó a la quinta 316-A de la calle El Mirador, la cual era propiedad del occiso, con la presunta intención de robar objetos de gran valor como artefactos tecnológicos, joyas y divisas.
Fue así como los homicidas comenzaron a recorrer el interior de la lujosa residencia en busca de su botín; no obstante, fueron sorprendidos por el dueño del lugar. Por eso y sin titubear abrieron fuego en su contra y le propinaron varios disparos que lo impactaron en el pecho.
Se conoció que así como los maleantes llegaron al lugar (a pie), abandonaron la escena del crimen según declararon vecinos de la zona que alertados por los disparos decidieron asomarse por sus ventanas para investigar qué pasaba afuera.
Se desconoce si luego del ataque armado contra el médico los choros se robaron algo, ya que familiares no quisieron declarar a un reporteril del diario La Región que se apersonó hasta el lugar del suceso.
Comisiones de la Policía del estado Miranda (Polimiranda) y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se dieron cita igualmente; allí se procedió con la remoción del cadáver para su posterior traslado hasta la Medicatura Forense de Los Teques.
Vecinos del lugar se mostraron horrorizados ante el brutal asesinato, específicamente porque se trata de una urbanización privada que cuenta con servicio de seguridad. ‘‘Estas cosas no deberían estar pasando aquí, es insólito’’, aclaró una residente que prefirió ampararse bajo el anonimato por miedo.
Frederick Ortiz
@FredoCorleone_