Intensos combates se reanudaron el miércoles entre soldados e insurgentes en Alepo, segunda ciudad de Siria, donde se truncaron las esperanzas de una evacuación rápida de miles de civiles hambrientos y asediados en el reducto rebelde.
Un acuerdo cerrado el martes bajo los auspicios de Moscú y Ankara debía permitir la evacuación de los rebeldes y de miles de civiles hambrientos y desesperados por salir de los pocos barrios que siguen en manos de los insurrectos.
Pero, tras un alto el fuego de varias horas, el régimen reanudó sus bombardeos aéreos y los tiros de artillería, empujando a los habitantes a huir por las calles en busca de refugio, según un corresponsal de la AFP, que vio a muchos heridos a su alrededor.
«La situación es horrible en estos momentos en Alepo», escribió el militante Mohamad Al Jatib, contactado por la AFP a través de internet. «Los heridos y los muertos están en las calles, nadie se atreve a retirarlos».