Segundo Meléndez, presidente de la tolda naranja, declaró este lunes que condena la indiferencia del gobierno nacional “ante las consecuencias de esta acción que se ha caracterizado por disturbios en más de 12 estados del país justo en la época de diciembre”.
El presidente nacional del Movimiento al Socialismo, MAS, Segundo Meléndez denunció que la salida de circulación del billete de 100 bolívares, “fue una burla a los venezolanos que sirvió de excusa para una operación de lavado de dinero en grandes cantidades, presumiblemente de mafias tradicionalmente vinculadas a sectores del gobierno dentro y fuera del país”.
Explicó en una nota de prensa que aunque el discurso del gobierno en este sentido consistió en decir que se trató un golpe a las mafias, lo ocurrido fue una “irresponsabilidad, improvisación y falta de respeto a la ciudadanía” por parte del presidente Maduro, quien golpeó a los sectores populares, en especial, a los que no están bancarizados así como a todos aquellos que viven de su trabajo, al impedírseles el acceso al uso y disfrute de sus recursos monetarios.
Condenó la indiferencia del gobierno nacional ante las consecuencias de esta acción que se ha caracterizado por disturbios en más de 12 estados del país justo en la época de diciembre. “Además de las protestas, ha habido una situación de desesperanza y nerviosismo de la gente porque no sabe para dónde va o hasta cuándo le pueden servir los recursos de los que dispone, como resultado de su trabajo”.
Para el dirigente naranja, surge, por otra parte, la interrogante acerca de cuál sería el propósito de llevar a la población a un estado de alarma extremo, porque en su opinión, es evidente que existe la intención de producir ese “nerviosismo y desesperanza entre los venezolanos”, cuando el gobierno ha dejado de cumplir directamente su responsabilidad de protección de los bienes y las personas “de una manera totalmente irresponsable”.
Advirtió que los hechos de saqueos y destrucción de comercios y el vandalismo producido como los ocurridos en el estado Bolívar, tendrían el propósito de seguir quebrando empresas como parte de un plan en paralelo para desequilibrar a toda la sociedad a fin de controlar de forma total la economía “a través de un régimen autoritario que disponga de los recursos de los venezolanos. Un camino que coloca a la democracia, así como una salida constitucional, en condiciones cada vez más precarias y difíciles”.
“Ratificamos a la gente que es necesario participar y protestar, nadie puede quedarse impasible frente a lo que está ocurriendo en el país, sin afectar al vecino, al comerciante o al industrial. Tiene que ser una protesta destinada a condenar las políticas del régimen, porque de lo contrario ésta se convertiría en un instrumento del propio gobierno”, enfatizó.
La represión
va en aumento
Segundo Meléndez alertó que los disturbios ocurridos en la última semana han traído como consecuencia un aumento significativo en el número de detenidos en todo el país, lo que complica aún más la situación de hacinamiento en las cárceles. Recordando además el incumplimiento por parte del gobierno nacional “que parece no tener palabra” del compromiso de la liberación de los presos políticos.
“El gobierno sigue en la irresponsabilidad de acusar sin conocimiento de causa y sin investigaciones correspondientes a grupos políticos de cualquier iniciativa. Estamos convencidos que las protestas de los últimos días fueron espontáneas, producto de unas medidas irracionales y contrarias a los intereses de la gente”, concluyó.