Las potencias mundiales gastan millones de dólares en armamento para mantener más guerras que ocasionarán más pobreza
En ocasiones todavía se piensa que el hambre es fruto de la superpoblación, de una mala gestión política, de la escasez de los alimentos, de unas infraestructuras insuficientes o de un desastre natural. Puede ocurrir, a veces, pero generalmente es un arma empleada conscientemente por algunos gobiernos, para someter o eliminar grupos de población dentro de su propio país. En los conflictos políticos, los alimentos se convierten en armas. Los alimentos son acaparados y le suben los precios exageradamente, incluso sabotean la moneda para derrocar a un gobierno. El conflicto creciente en Somalia y la República Democrática del Congo ha contribuido significativamente al alto nivel de hambre en esos dos países. En comparación, el hambre se está reduciendo en las partes más pacíficas del continente africano, como Ghana y Ruanda.
Cuba ha sido víctima de un bloqueo económico de EE.UU. por más de 57 años con el fin de derrocar su gobierno socialista. La fórmula ha sido empleada con éxito en Sudán y Myanmar (Birmania). En América Latina fue empleada por los Estados Unidos para derrocar al gobierno de Salvador Allende en Chile. Venezuela viene siendo víctima de esta guerra económica por los EE.UU., junto con los líderes opositores y empresarios apátridas para derrocar al gobierno del presidente Hugo Chávez Frías y actualmente el de Nicolás Maduro Moros. Nos preguntamos para qué existen los organismos internacionales de derechos humanos como la ONU.
El caso de Sudán apela a la conciencia mundial: es el país más grande de África y sufre la mayor guerra civil de la historia. Una guerra intermitente de más de cuarenta años, que no ha parado en los últimos quince. Siria ha sido destruida por una guerra impulsada por los EE.UU. y algunos países europeos, que ya tiene cuatro años y ha producido el éxodo de dos millones de migrantes hacia Europa. 1.200 millones de personas pasan hambre en el planeta. Sin embargo, las potencias mundiales gastan millones de dólares en armamento para mantener más guerras que ocasionarán más pobreza. Algo totalmente irracional del sistema capitalista que nos conducirá a una guerra nuclear donde va hacer exterminada la vida en el planeta.
German Saltrón Negretti
aporrea.org