Este miércoles, la directora general de Salud Miranda, Maggia Santi, informó que las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), se mantienen, desde el pasado mes de octubre, como la primera causa de enfermedad de notificación obligatoria semanal en la red de atención médica Francisco de Miranda.
Detalló que el comportamiento de estas infecciones en el canal endémico está condicionado a los cambios climáticos. “El descenso de la temperatura, hecho típico de la época de invierno, favorece las condiciones para la mayor circulación de agentes virales como la Influenza y virus productores de cuadros catarrales agudos como responsables de las Infecciones Respiratorias Agudas”.
Santi indicó que por tal motivo y a fin de descartar un cuadro de influenza, Salud Miranda mantiene la vigilancia epidemiológica ante los cuadros catarrales agudos, con fiebre, malestar general, tos productiva, secreción nasal, mialgia y cefalea, con signos de alarma como disnea o dificultad para respirar, particularmente en menores de 5 años, embarazadas, adultos mayores, personas portadoras de enfermedad bronquio obstructiva crónica, antecedente de asma bronquial, condiciones de inmunosupresión, o hipertensos.
Acotó que para la población con estas condiciones de riesgo, Salud Miranda a través de sus Casas Amigas administra la vacuna antigripal correspondiente a la cepa 2016 – 2017, que protege contra los cuadros de Influenza y sus complicaciones, simultáneamente se exhorta a la comunidad a incrementar las medidas de auto cuidado como el lavado frecuente de las manos, el uso de pañuelos desechables, el cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser, el abstenerse de acudir a sitios de concentración de público cuando se está enfermo, no auto medicarse y acudir al médico para realizar el descarte de Influenza y evitar complicaciones.
Además señaló que la fiebre ocupa el segundo lugar como causa de notificación obligatoria semanal. Indicó que el reporte de este signo clínico es utilizado como un rastreador que brinda la oportunidad para establecer la magnitud del nivel de circulación de los agentes infecciosos en la comunidad, la capacidad de diagnóstico y la atención médica para el control efectivo de las enfermedades infecciosas.