Tras conocer la sanción, las FARC anunciaron este jueves su retiro del mecanismo tripartito local del municipio de Conejo, en La Guajira, donde tuvo lugar la polémica celebración
Una fiesta de Nochevieja de las FARC en el norte de Colombia, en la que participaron miembros de la misión de la ONU que debe monitorear el desarme de la guerrilla, provocó este jueves la expulsión de cuatro integrantes, una sanción rechazada por los rebeldes.
Observadores internacionales no armados, desplegados por Naciones Unidas para verificar el fin del conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), bailaron con guerrilleros durante el festejo realizado en un punto temporal de agrupamiento de insurgentes en La Guajira, según imágenes difundidas el domingo por medios locales.
«Concluidas las investigaciones sobre las circunstancias» de lo ocurrido «la Misión de la ONU en Colombia ha tomado la decisión de separar de su servicio a tres observadores presentes en la ocasión y a su supervisor directo», indicó el organismo en un comunicado.
Estos funcionarios «ya no trabajarán para la Misión de la ONU en Colombia y regresarán a sus países de origen», explicó a AFP una vocera de la entidad, sin revelar la identidad ni la nacionalidad de los sancionados apelando a normas de confidencialidad.
Un militar de Portugal miembro de esa misión fue llamado de regreso a su país, indicaron autoridades militares de ese país en una declaración.
«Debido a los recientes acontecimientos en Colombia (…) el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas puso fin a la misión del militar involucrado y decidió su regreso a Portugal», señaló el texto emitido en Lisboa.
FARC rechazan
la sanción de ONU
La misión política de la ONU en Colombia para verificar el fin del conflicto fue decidida por unanimidad en enero pasado por el Consejo de Seguridad, que también decidió entonces formar parte del mecanismo tripartito (ONU, gobierno, FARC) para la supervisión del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.
Tras conocer la sanción, las FARC anunciaron este jueves su retiro del mecanismo tripartito local del municipio de Conejo, en La Guajira, donde tuvo lugar la polémica fiesta.
«Las FARC retiran su componente (…) hasta tanto la ONU no clarifique el despido de su personal», indicó el Estado Mayor del Bloque Martín Caballero, con presencia histórica en la zona.
Los rebeldes lamentaron la separación del cargo de los observadores, rechazando que se considerara «inapropiado y hostil» que hayan compartido una reunión social con los guerrilleros, sus familiares y la comunidad.
El lunes, el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, «Timochenko», ironizó en Twitter sobre el tema: «No saben cómo hacer noticia con las @FARC_EPueblo, el escándalo de la semana es que celebramos la bienvenida del #AñoNuevo».
Ese mismo día, la misión de la ONU en Colombia había deplorado que dos de sus miembros hubieran bailado con insurgentes en ese festejo. «Este comportamiento es inapropiado y no refleja los valores de profesionalismo e imparcialidad de la Misión», señaló entonces, advirtiendo que se tomarían medidas.
Tras las pesquisas, se determinó que fueron cuatro los involucrados en conducta inadecuada, apuntó la vocera consultada por AFP.
“Total imparcialidad”
La Misión de la ONU en Colombia reiteró este jueves «su determinación de verificar con total imparcialidad los compromisos de las partes sobre el cese al fuego y de hostilidades y la dejación de armas» de las FARC, luego de que las partes rubricaran el 24 de noviembre el acuerdo de paz para acabar con más de medio siglo de conflicto.
El gobierno de Colombia había mostrado el miércoles su preocupación por lo ocurrido, en una carta dirigida al secretario general adjunto para Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman.
La guerrilla, que estima tener unos 5.700 combatientes, se agrupan en sitios aledaños a las 26 zonas donde, en un plazo máximo de seis meses, deberán desarmarse y regresar a la vida civil, bajo supervisión de la ONU.
Para estas labores, la Secretaría General solicitó al Consejo de Seguridad el despliegue de 450 observadores internacionales, de los que 280 ya llegaron al país.
Estaba previsto que los miembros de las FARC estuvieran concentrados antes del 31 de diciembre en esos lugares, pero su llegada a las llamadas Zonas Veredales Temporales de Normalización (ZVTN) se ha visto postergada por problemas de infraestructura.