La estimulación eléctrica del cerebro, tratamiento utilizado en desórdenes neurológicos como la enfermedad de Parkinson, podría ser más eficiente si se ajusta el patrón temporal de los impulsos, de acuerdo a un estudio publicado este miércoles.
En la investigación, realizada por científicos de la Universidad Duke, en Carolina del Norte, no solo pudo controlar los síntomas en pacientes con Parkinson, sino que lo hizo con una menor energía que la utilizada normalmente por la técnica de estimulación cerebral profunda.
Este nuevo avance, se basa en un modelo computacional para identificar un nuevo patrón temporal de estimulación que lograra ajustar el intervalo entre los impulsos eléctricos.
«Por lo tanto, disminuye el requisito energético de la estimulación y sus riesgos consecuentes asociados a reemplazos frecuentes», añade el estudio.
El modelo diseñado por los investigadores logró mantener la eficacia de la estimulación cerebral profunda y ahorrar la cantidad de energía gastada.
Para los autores los resultados abren la posibilidad de que cada paciente tenga un modelo específico para su tratamiento.
El tratamiento utilizado actualmente, consta de una estimulación cerebral profunda, con un pequeño dispositivo llamado neuroestimulador que envía regularmente impulsos eléctricos y bloquea las anormalidades que provocan los síntomas del Parkinson, como los temblores, la rigidez y la inestabilidad.
El problema, según el estudio publicado hoy en la revista Science Translational Medicine, es que la eficacia de esta técnica depende del tipo de frecuencia de la estimulación.
Con la nueva estimulación, no es necesario volver a someter al paciente a una cirugía, con los riesgos que ella conlleva.