La jugada del año

Este out puede cambiar la historia del play off que juegan los Caribes de Anzoátegui y los Tiburones de La Guaira

El receptor guatireño Rossmel Pérez fue embestido por el corredor Alonzo Harris en el encuentro del jueves en la noche, pero se plantó fuerte, nunca soltó la bola y no solo sacó el out, sino que aseguró el regreso a la vida de Caribes de Anzoátegui en la serie de play off ante los Tiburones de La Guaira

Alexánder Mendoza / LVBP

En un partido que se extendió por cinco horas y 16 minutos, en el cual Caribes conectó tres jonrones para ganar pasada la medianoche y evitar caer 3-0 en la serie de playoffs contra los Tiburones de La Guaira, una jugada en el plato signó el desafío y poco después se convirtió en viral en las redes sociales.

En el noveno inning, los escualos intentaron una rebelión que terminó ahogada en una carrera. Pero casi lograron igualar el desafío a seis anotaciones, de no ser por un certero disparo del jardinero izquierdo Oswaldo Arcia y un bloqueo del receptor guatireño Rossmel Pérez para sacar out en el plato a Alonzo Harris y encaminar el triunfo, 6 por 5, en la madrugada del viernes.

Pérez pareció estar interponiéndose entre el home plate y la línea de carrera del corredor de manera ilegal, pero Harris modificó su trayectoria y embistió al máscara oriental. El estadounidense jamás llegó a pisar el plato, Pérez no soltó la bola y el umpire principal, Mayhue Edwards, decretó el out.

La jugada fue retada por el mánager Oswaldo Guillén y luego ratificada por los árbitros, tras observar la repetición. Minutos después, Guillén fue expulsado por protestar la sentencia.

El lance todavía era comentado en el Estadio Universitario durante la tarde del viernes, mientras La Guaira iniciaba sus rutinas previas al cuarto partido del playoffs.

“Hay mucha controversia con la jugada”, destacó Pérez, protagonista de, tal vez, la mejor intervención defensiva de la temporada. “Siendo sincero, en ese momento no traté de bloquear el home, pero en el video se ve de otra manera”.

La Regla 7.13 prohíbe a los catchers (en la mayoría de casos) bloquear el paso hacia home plate, mientras no tengan posesión de la bola. El objetivo es evitar colisiones entre receptores y corredores, para reducir también el número de lesiones. La norma fue creada luego del 25 de mayo de 2011, cuando el máscara y estrella de los Gigantes de San Francisco, Buster Posey, sufriera una fractura de tobillo tras ser derribado de manera brusca por Scott Cousins, de los Marlins de Florida, mientras anotaba con un elevado de sacrificio.

“Creo que si bloqueo el home y (Harris) no tiene cómo lanzarse hubiese sido quieto, pero como cambió la dirección de su carrera, para tratar de chocar conmigo, se produjo el out”, razonó Pérez. “Son cosas del beisbol, que pasan en milésimas de segundos, y gracias a Dios hubo out en el home y pudimos ganar el juego”.

Miguel Cabrera, el astro de los Tigres de Detroit, felicitó a los involucrados en la jugada, a través de su cuenta oficial de Instagram, en la cual escribió: “Solo quiero darles las gracias al LF por tremenda jugada, al cátcher por plantarse como un buen varón y al corredor por leer bien al cátcher y darle su (emoticón de fuerza). Adrenalina a mil con esa jugada”.

“No había visto el comentario de Cabrera, pero estoy contento que un orgullo venezolano como él diga eso. Me siento bastante bien de escuchar eso”, señaló Pérez, exprospecto de los Rojos de Cincinnati, quien se vio sorprendido por la acción de Harris.

“Jamás pensé que (Harris) iba a entrar de esa manera, solo estaba pendiente de la pelota. Tienes la intuición de que el corredor viene en camino, pero nunca piensas si se lanzará encima de ti o se desliza normal. Cuando agarré la pelota no me dio chance de irlo a buscar porque ya lo tenía encima”.

Decisión correcta

Miguel Hernández, coordinador de árbitros de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, opinó que Edwards actuó de manera correcta al sentenciar el out.

“En principio, no estoy de acuerdo con la regla, pues pienso que le resta un poco de agresividad y de juego duro limpio a los partidos”, advirtió el exoficial. “Pero lo importante es dejar claro que al momento de Pérez recibir el tiro, la pierna (izquierda) estaba estirada, bloqueando el plato, pero también es verdad que el corredor utilizó el hombro para embestir al receptor, en lugar de hacer un deslizamiento apropiado para dejar al cátcher violando la norma”.

“(Harris) tenía que deslizarse apropiadamente para seguir con ese derecho de llegar ‘safe’ al plato, que le otorga la regla”, abundó el experto. “Solo que no fue a buscar al plato, sino que utilizó como recurso embestir al cátcher para tumbarle la bola, un recurso que fue abolido, en ciertos casos, por MLB. El corredor puede chocar siempre y cuando el cátcher tenga posesión de la pelota. Eso es lo que se establece la Regla 7.13.1 y en el comentario de la 7.13.2”.

Error de cálculo

Harris, un veloz patrullero que se unió a La Guaira al final de la ronda regular, señaló que estaba seguro de poder anotar con el hit de Christian Marrero a la izquierda, pero aceptó que fue un error de cálculo.

“Usualmente, cuando estoy en segunda no me sacan out en la goma. Fue una de esas jugadas particulares en las que pude voltear y ver que el jardinero no iba a tomar la pelota de aire así que seguí”, contó el estadounidense. “Sabía que el juego estaba de por medio, así que tenía que correr rápido. Mi compañero en el círculo de espera me estaba diciendo que me deslizara, pero no había espacio para eso, no podía, tenía que chocar (con Pérez). Pienso que fue una mala decisión, pero ya no se puede hacer nada”.

El impacto hizo parar de sus asientos a las más de seis mil personas que asistieron al parque de Los Chaguaramos.

Impacto peligroso

“En ese momento me sentí un poco mareado, pero creo que fue solo por el golpe. Después me sentí muy bien y todavía me siento bien”, destacó Pérez, que no le guarda rencor a su rival y lo asumió con buen humor. “No, son cosas el beisbol, no me molesté en ningún momento. Yo no lo veo así. Como hubo out creo que no me molesté, a lo mejor si hubiesen cambiado la decisión si me hubiese molestado (risas). ¿Quién sabe?”

Puro beisbol

Harris aseguró que no trató de lastimar al máscara de Caribes.

“Estaba bloqueando el plato claramente, en esas situaciones el receptor usualmente tiene que darte un espacio para poder deslizarte y en esta ocasión no había nada”, relató. “Si me intentaba deslizar de cualquier forma podía haberle lastimado seriamente las piernas. También pude haberme lastimado con la colisión, pero creo que como estaba todo, lo mejor era un impacto limpio”.

El partido estaba en la línea y Harris buscaba desesperadamente la anotación del empate y, tal vez, cambiar el destino del desafío.

“Cuando di el giro a tercera, ya lo veía atravesado en el plato. Estaba pensando que tenía que anotar esa carrera, así que iba a toda velocidad y luego pensaba deslizarme, pero cuando estaba más cerca me di cuenta de que no podía ver el plato, así que hice lo que debía hacer”.

Omar López, mánager de Anzoátegui, no quiso polemizar al respecto.

Jugada de beisbol

“Es parte del juego. ¿Cómo pueden actuar los peloteros en contra de sus instintos? No culpo a Harris. Es una jugada de beisbol. No te puedes salir de eso”, zanjó.

“Pienso que sencillamente debió tener un deslizamiento apropiado, que sus piernas y sus glúteos tocaran la tierra, antes de hacer contacto con el cátcher, entonces la jugada era safe. Es una regla difícil y complicada, que le quita sabor a la pelota, pero los árbitros tenían que aplicarla”, apuntó Hernández.

Lo pasado es pasado

Guillén no quiso regresar sobre el tema. Para el estratega de los Tiburones, el out ya es agua bajo el puente.

“No importa la manera como yo la vea, cada quien tiene su manera de interpretar la regla”, enfatizó. “Hablar de eso en estos momentos es innecesario, porque, buena o mala, es una cosa del pasado y tengo que enfocarme en el juego de hoy. Lo vi de una manera diferente y por eso fue mi reacción. Pero hablar de eso sería una pérdida de tiempo. Respeto la interpretación de los umpires, pero no la comparto”.

 Pérez sonrió al final, agradeció la atención de los medios y se dispuso a consumir su turno en la práctica de bateo. En poco tiempo debía volver a ponerse los aperos. El beisbol continúa su marcha.

No son los jonrones

Es verdad que Caribes de Anzoátegui es una maquinaria de batazos. Sus 335 carreras anotadas en la ronda regular, la mayor cantidad de la liga, es una muestra del poderío. También es una alineación con mucha fuerza. Con 55 cuadrangulares en la eliminatoria es una cifra que puede hacer sudar frío a cualquier rival. Y eso sin contar el .407 de average que exhibieron los aborígenes cuando encontraron corredores en posición anotadora en el diamante del Estadio Universitario.

Ni siquiera el propio mánager Omar López se pudo solapar en la falsa modestia, cuando se le interrogó sobre el buen desempeño de sus bateadores en los aires capitalinos.

“Espero que el haber jugado bien en el Universitario, en la ronda regular, sea algo positivo para el equipo, más que todos para los bateadores”, comentó el estratega de la tribu.

“Espero que ellos tengan confianza por los buenos promedios que tuvieron aquí y eso les ayude mentalmente”.

Por lo menos en el tercer encuentro de la serie tuvo efecto. René Reyes, Luis Jiménez y Mario Lissón castigaron el pitcheo salado con cuadrangulares. Pero, aunque eso parezca la mayor amenaza para los escualos, no es lo que le preocupa a Oswaldo Guillén, piloto de la divisa litoralense.

“A nosotros no nos están matando los jonrones, sino los boletos. Eso es lo que estamos haciendo mal”, dijo Ozzie, quien en los primeros tres compromisos vio como sus brazos regalaban 19 bases por bolas, la cantidad más alta entre los seis equipos participantes en los playoffs.

No aprovechar la crisis de descontrol que existe entre los serpentineros salados, ha afectado a los aborígenes. En el segundo careo de la serie, Tiburones dio una decena de boletos y golpeó a un adversario. No obstante, el conjunto logró ganar debido a la sequía ofensiva que tuvieron los bateos orientales en el Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz.

Más allá de los problemas de los escopeteros para conseguir el plato, Guillén expresó satisfacción por cómo han jugado sus dirigidos, a quienes califica como bateadores que han dado las conexiones en los momentos que más se han necesitado.

“No me puedo quejar del equipo. Todo el mundo cree que hemos bateado mucho, pero no. Hemos dado los hits oportunos”, aseguró el otrora campocorto.

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