De acuerdo a una reciente investigación publicada en Archives of Internal Medicine, una gran cantidad de vitamina C en la dieta ayudaría a disminuir el riesgo de una persona de desarrollar diabetes tipo 2.
Según revelan los investigadores del Instituto de Ciencias del Metabolismo del Hospital Addenbrooke, en Inglaterra, al trabajar con datos de hombres y mujeres de mediana edad, aquellos con los mayores niveles de vitamina C en sangre eran mucho menos proclives a desarrollar diabetes durante los 12 años estudiados, que aquellos con las menores cantidades de acido ascórbico.
Específicamente, de acuerdo a los resultados estadisticos del estudio inglés, las posibilidades de desarrollar diabetes eran 62 por ciento menores en los participantes con los mayores niveles de vitamina C en sangre, comparado con los que presentaban las menores cantidades de la molécula.
Los resultados no mostraron cambios pertinentes cuando se cruzaron con otras características asociadas con el riesgo de diabetes, como la edad, el género, los antecedentes familiares, el consumo de alcohol, la actividad física, el tabaquismo y el peso corporal.
Como se sabe, frutas y los vegetales son la principal fuente de vitamina C en las dietas occidentales, por lo que estos resultados refuerzan el mensaje de salud pública sobre los beneficios de aumentar el consumo total de estos alimentos.