La tradición embarga por estos días los estados andinos, pero especialmente a Mérida, donde esta celebración católica es de singular importancia
La Paradura del Niño, conocida también como «El robo y búsqueda del niño» por la variante de esta tradición realizada en algunos pueblos de Los Andes en Venezuela, es una celebración católica en la que una representación del Niño Jesús ya puede pararse.
Su celebración
Se lleva a cabo en toda la región andina de Venezuela y comienza desde el 1º de enero hasta el 2 de febrero de cada año. Esta fiesta tiene mayor importancia en las ciudades de Tovar y Mérida, así como en los pueblos del páramo de los estados Mérida y Táchira, y en la localidad de Boconó, Trujillo; también es practicada en ciertas zonas del estado Barinas, como en Barinitas.
La paradura, como es llamada normalmente, es una tradición popular compartida en comunidad o en familia, en la cual el Niño Jesús es levantado del pesebre y se reza un rosario en su nombre, que tradicionalmente marca el fin de la Navidad. Las paraduras más tradicionales son las llamadas paraduras cantadas, donde el acto se extiende con cantos y versos entonados por grupos musicales y se da un pequeño paseo al niño en el área alrededor del hogar donde se está realizando. Aal final del evento, los anfitriones reparten bizcochuelo y vino a los presentes y se realiza un gran sarao en el cual participa toda la comunidad.
Su objetivo principal
“Alabar a Dios en primer lugar y después al Niño que está en altar”, son versos que se cantan acompañados de instrumentos de cuerdas, dando inicio a la tradición de la Paradura del Niño Jesús. Igualmente se rezan oraciones, rosarios y se pagan promesas. En la fiesta veremos gran variedad de dulces criollos, pasteles, mistela, calentaditos y otras bebidas espirituosas, todo esto acompañado por fuegos artificiales.
Esta tradición es arraigada en la zona andina, pero es en el estado Mérida en donde más predomina. Varía un poco su representación dependiendo de la ubicación geográfica de estos estados en el que se encuentren.
Hacia los pueblos del sur y zona del páramo es popular observar sus cantos acompañados de violín, charras, cuatro, bandola; mientras que en los pueblos del norte, en la zona limítrofe con el estado Zulia, muchas veces son acompañados con las festividades o promesas a San Benito, y también a la advocación Mariana de la Candelaria los 2 de febrero.
En el estado Trujillo se representa con “el robo del Niño». Un miembro o asistente se roba al Niño Jesús, y una vez que se sabe quién lo hizo, es acusado y castigado y se buscan a los padrinos para proceder con los cantos y el rezo.
Mientras que en el estado Táchira es paseado con los cantantes de «paraduras”. Los versos de los cantos varían y luego se inicia el rezo, para finalizar con la entrega de dulces, bizcocho, leche de burra -poche crema- y comida a los invitados.
En Barinas se alaba al niño Dios en menor cuantía. En Baritinas, La Acequia y poblaciones limítrofes con el estado Mérida es común ver esta tradición heredada de los pobladores que bajaron a asentarse en este estado llanero.
¿Cómo es una paradura?
Ya desde los meses de noviembre o diciembre, muchos hogares andinos se preparan para cumplir la tradición y promesa de colocar el nacimiento o pesebre. Estos son adornados con materiales naturales y sintéticos que se venden en el mercado. Lo más importante es la representación de la mula, el buey, la virgen María, San José, el Niño Jesús, con los reyes magos y pastorcitos.
Después del 24 de diciembre se da inicio a las “paraduras”. Los anfitriones de la casa invitan a sus vecinos y personas allegadas, les estregan velas, comienzan a llamar con explosiones de pólvoras, anunciando que falta pocos minutos para los cantos.
Una vez congregadas las personas invitadas, se eligen cuatro padrinos; dos llevarán la Virgen María y San José, y las otras dos llevarán al niño Jesús cargado en un pañuelo blanco.
Mientras el “dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto”, se va escuchando en un coro entonado con fervor y gratitud.
Durante los cánticos se hace la procesión con la imagen del Niño Jesús, junto con los padrinos, siempre acompañados de cantos en honor al Niño, hasta llegar al pesebre de nuevo y se procede hacer el Santo Rosario, y se levanta la imagen del Niño Jesús indicando que ya “está parado”.
Algunas personas prefieren hacer los rezos cantados, es decir, las oraciones serán entonadas al son del cuatro, violín y maracas, siguiendo la tradición antigua desde hace muchos años.
Su historia
Varios historiadores se han encargado de investigar esta tradición y todos concuerdan que fue adquirida en los estados andinos de Venezuela, en la época colonial, cuando fue impuesto el catolicismo y con ella la tradición de San Francisco de Asís, para representar la llegada del hijo de Dios a la tierra.
Las “paraduras» tienen como meta solicitarle al Niño Jesús que el año sea lleno de ventura, salud y prosperidad para todos los vecinos. En una frase popular diríamos: “el fin de hacer las ‘paraduras’ es iniciar el año con buen pie, de la mano de Jesús, el hijo de Dios”. La Paradura del Niño concluye con la celebración del día de La Virgen de La Candelaria
Salomon Benshimol