Mientras la derecha insiste con sus estériles y fatuos disparates, el presidente Maduro, en su alocución anual ante el TSJ, explicó claramente al país todas las terribles distorsiones que ha padecido nuestro aparato productivo
El desespero de la derecha atorrante por salir del Presidente de la República los ha llevado al completo desquicio. No caben todos juntos en el manicomio. Y es que desde hace rato perdieron la perspectiva, perdieron la brújula, la calle y el olfato político. La nefasta tozudez con que han guiado sus pasos, llenos de soberbia y torpeza, los ha alejado de la masa opositora, que, defraudada, masculla docenas de improperios en su contra, principalmente por la bajeza de los liderazgos presentes en esta degenerada dirigencia.
La Banda Show de la MUD en la Asamblea Nacional es el más claro ejemplo de cómo los atorrantes pueden maximizarse y superarse solos. Levantan con su verbo virulento el hacha de la guerra para amenazar con la inminente aniquilación del resto de los poderes y luego lloriquean y piden ayuda divina cuando las instituciones responden a las agresiones. Los desubicados de la derecha solo proponen “salidas” que de plano constituyen un golpe de Estado. Más allá de sus errores legales y políticos, los diputados atorrantes de la derecha no pueden esperar que luego de sus virulentos ataques contra las autoridades de los poderes (Presidencia de la República, TSJ y CNE), estos respondan a sus agresiones con pasividad y tolerancia. Han respondido con contundencia por el derecho a mantener la gobernabilidad, el hilo constitucional, el orden legal y político, y por sobre todo la paz del país. No existe en nuestro marco legal la tumultocracia, y esto deben entenderlo los atorrantes de la derecha para que cesen sus confrontaciones suicidas. El desacato ha mantenido a la Asamblea Nacional totalmente inoperativa, en “ineficacia jurídica”.
La derecha atorrante prefiguró este escenario de confrontación, calculadora en mano (agalludos, además), creyendo que podían asaltar el poder político forzando la renuncia del Presidente, con el referendo revocatorio o con la enmienda. Como nada de esto les funcionó, el nuevo disparate de los atorrantes de la Asamblea Nacional, fue declarar infantilmente el abandono del cargo del presidente.
Pues, nada pasó. Solo otro decreto “ineficaz e inejecutable” como bien señalaron varias voces disidentes en la Asamblea (Avanzada Progresista).
Esta locura inconstitucional la intentan contra quien precisamente está al frente del país, dando la cara y buscando soluciones a los problemas. El Presidente jamás ha rehuido el combate, por el contrario, siempre ha estado a la vanguardia, asumiendo todos los retos: “Es notorio que ejerzo cabalmente mis funciones día por día”, ha señalado certeramente.
Por eso, mientras la derecha insiste con sus estériles y fatuos disparates, el presidente Maduro, en su alocución anual ante el TSJ, explicó claramente al país, todas las terribles distorsiones que ha padecido nuestro aparato productivo, generado principalmente por la guerra económica (especulación, contrabando, etc.). Más impactante aún es la brutal caída de nuestros ingresos por los bajos precios del petróleo. Pasamos de recibir ingresos anuales de alrededor de 40.000 millones de dólares en 2014 a recibir tan solo 5.000 millones en el año 2016. Esto ha sido una verdadera tragedia, que ha requerido la máxima planificación y mesura.
A pesar de esta crítica situación, nuestro gobierno se mantuvo en la senda revolucionaria, de solidaridad y justicia social, garantizando los derechos fundamentales de nuestro pueblo, aplicando decididamente los 15 motores de la Agenda Económica Bolivariana.
Durante el año 2016, y en plena guerra económica, la inversión social creció para ubicarse en el 71,4 % del gasto público, logrando alcanzar cifras significativas para seguir protegiendo a nuestro pueblo: se rehabilitaron a través de la Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor 335.000 viviendas y se construyeron y entregaron 359.000 nuevas viviendas por parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela; Barrio Adentro superó la cifra de 48 millones de consultas realizadas y en 8 estados se logró el 100 % de cobertura; se alcanzó la cifra récord de 3.383.000 pensionados, disfrutando todos del salario mínimo (aumentado cuatro veces durante el año 2016); casi dos millones de familias fueron atendidas en sus requerimientos nutricionales mediante los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap); fueron entregadas 500.000 tarjetas de Hogares de la Patria a las familias más vulnerables del país; y tenemos diariamente más de 10 millones de estudiantes en escuelas, liceos y universidades, siendo más del 80 % públicas, garantizando así el acceso a una educación gratuita y de calidad.
Estos son logros del gobierno Bolivariano que se ha mantenido inquebrantable en su lucha a favor de nuestro pueblo. Esta historia no se detiene, seguiremos avanzando, enfrentando todas las dificultades.
Richard Canán
aporrea.org