Solo el año pasado, 28 mil compatriotas perdieron la vida en manos del hampa. ¿Cuántos de esos crímenes han recibido justicia?
Con nostalgia, rabia y hasta un poco de incredulidad observamos cómo el Gobierno Nacional gasta cuantiosas sumas de dinero, que no tenemos, en la carrera armamentista y demencial que ha caracterizado a este régimen, mientras millones de venezolanos hacen largas colas para adquirir productos de primera necesidad y medicamentos que han dejado de ser importados y producidos en el país.
Maduro anunció como un logro que Venezuela tiene una «institución militar poderosa, con la capacidad de enfrentar cualquier amenaza extranjera». Mientras nosotros, los venezolanos que vivimos y padecemos día a día la violencia y el miedo que azotan al país, nos preguntamos: ¿y cómo enfrentamos la amenaza del hampa?
Más de 100 mil venezolanos han caído desde que Maduro llegó al poder. Solo el año pasado, 28 mil compatriotas perdieron la vida en manos del hampa. Y, ¿cuántos de esos crímenes han recibido justicia?, ¿cuántas de esas almas conocieron el valor de la justicia?, ¿cuánto debemos esperar para que esto suceda?
Pero nos embarga una duda mayor. ¿Qué gana Venezuela con el Ejercicio de Acción Integral Antiimperialista Zamora 200, si la delincuencia se ha convertido en una política de Estado? En un país en el cual los valores y el derecho a la vida están en franco deterioro, una supuesta amenaza extranjera suena como el cuento del ‘Gallo Pelón’.
El pasado domingo despertamos con la desazón de un nuevo crimen. Un joven periodista, Arnaldo Albornoz, había sido atacado y asesinado por delincuentes que intentaron robarle su vehículo a pocos metros de su casa. El mundo de la farándula se vistió de luto una vez más. Las condolencias y lamentos brotaron de corazones cercanos y ajenos a la víctima. Incluso, no se hicieron esperar. los argumentos absurdos que pretendían culpar de ‘irresponsable’ a Albornoz por andar en la calle a altas horas de la madrugada.
Pero, ¿quién responde por esto?, ¿quién dará abrigo a sus familiares y amigos?, ¿quién le explica a sus contemporáneos que la juventud es para vivirla? Arnaldo solo es una cara conocida de esta espantosa estadística que llena y desborda los libros de decesos y las páginas de sucesos de los diarios. A Arnaldo le sucedió lo que hace tres años atrás con Mónica Spear, también asesinada por el hampa.
Desde la aplicación del ejercicio militar, Maduro pidió “respeto a la dignidad, la paz e independencia nacional” en nombre del pueblo venezolano.
Hoy, los venezolanos le pedimos que abra los ojos a la realidad, a lo que de verdad nos está matando. El enemigo no es Estados Unidos, Barack Obama o Donald Trump. El enemigo está en casa. El enemigo se llama hampa y cada día enluta a cientos de familias a lo largo y ancho de Venezuela. ¡Ni un muerto más!
Jorge Barroso
@jorgebarrosod