Sigue quebrando marcas en su paso por la pelota venezolana
Maracaibo.- Endy Chávez se estrenó en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional en la campaña 1996-1997. Desde entonces comenzó a labrar una sólida carrera que le tiene entre los mejores jugadores en la historia del Magallanes y uno de los bates más respetados del circuito, en especial en postemporadas, instancia en la que ha dejado una huella indeleble.
Una vez eliminados los Navegantes, Chávez estuvo disponible para reforzar a los Tigres de Aragua y ahora a las Águilas del Zulia, en otras campañas también lo había hecho con Tiburones de La Guaira y Caribes de Anzoátegui.
“Es una experiencia totalmente diferente y estoy súper contento porque el equipo (rapaz) es muy aguerrido, tiene deseos de ganar. Es también un club joven y la energía que tiene es increíble. Eso se ha visto reflejado en el terreno”, dijo Chávez.
La llegada del patrullero al conjunto marabino, luego de que Aragua fuera eliminado en la jornada por el comodín contra La Guaira, el pasado 11 de enero, se debió a la forma en la que jugó contra la novena dirigida por Lipso Nava, según declaró el mandamás al momento de tomarlo en el Draft de Sustituciones.
“Siempre está la adrenalina, el querer enfocarse y hacer las cosas bien. Es difícil ser refuerzo de un equipo. Debe irte bien o irte bien, porque para eso te trajeron. Me contenta mucho no ser el único jugador de Magallanes acá porque me siento más a gusto. Aunque antes de que llegaran mis compañeros, ya me trataban como uno más”, abundo el Novato del Año 1999-2000 y Guante de Oro 2001-2002, quien se encuentra acompañado por José Tábata, Mitch Lively, Ronny Cedeño y Mario Lissón, otras de las piezas de los turcos.
Esa escogencia no solo sirvió para reforzar la alineación aguilucha, sino que, además, le permitió al experimentado paleador zurdo entrar en la Serie Final número 11 de su carrera, cantidad que lo coloca junto a Alex Delgado y Antonio Armas como los jugadores con mayor participación en estas instancias, detrás de Gustavo Gil, otro huésped del Salón de la Fama, quien acumuló 12.
La decisión de Nava de colocarlo como segundo bate, detrás de Freddy Galvis, fue fundamentada en sus estadísticas y el valenciano, de 38 años de edad, demostró que los números no se equivocan.
Durante el tercer episodio, con Freddy Galvis en circulación, Chávez pescó un lanzamiento de Raúl Rivero, abridor larense, en cuenta de 2-0 y desapareció la bola por el jardín derecho. El jonrón significó el octavo en estas instancias, cifra que lo coloca detrás de Robert Pérez y Antonio Armas, con 11 cada uno. Además, igualó a César Tovar al cruzar la goma en 35 oportunidades. Armas y Tovar son miembros del Salón de la Fama y Pérez se les unirá, cuando sea elegible para aparecer en las boletas de votación.
“Supe que era una buena conexión, pero no estaba seguro de que fuera a salir. Siempre he respetado este estadio de Barquisimeto porque es bastante grande. En primera instancia vi que (Dennis) Phipps estaba lejos de la pelota, así que corrí duro para (convertir el batazo en) un doble o tal vez un triple. Pero me sorprendí cuando la bola cayó del otro lado de la cerca”, contó.
Chávez no se conformó con ese estacazo y fue detrás de otras marcas en el circuito.
En el quinto tramo, consiguió un sencillo dentro del cuadro y emparejó a Tovar (72) en el departamento de hits en Finales de la LVBP. Chávez, quien se fue de 4-2, con jonrón, dos anotaciones y tres remolcadas en el juego del viernes, también emparejó a Pérez en turnos al bate (241) y se convirtió en el líder en carreras anotadas (36).
“Siempre tengo mi rutina y no pienso en hazañas. Simplemente trato de hacer lo que el juego me pide. Cuando uno está concentrado en las cosas que tiene que hacer, los resultados salen solos”.
La victoria del sábado, 11 por 1, de Águilas contra Cardenales, Chávez la disfrutó con mayor emoción que sus compañeros, ya que además de colocar la serie 2-0 a favor del conjunto marabino, le permitió convertirse en el nuevo líder del Clásico de Enero en hits (73) y turnos al bate (245), dejando en el olvido los números de Tovar (72) y Gil (242), otro huésped del Salón de la Fama, respectivamente.
“Me contenta muchísimo estar escribiendo mi nombre en los libros de récords y me enorgullece que se vaya a decir mi nombre cuando algún otro pelotero esté cerca de las marcas que estoy dejando”, aseveró Chávez, quien esa noche se fue de 4-1.
Verónica Ribeiro | Prensa LVBP