Los equipos de emergencia siguen excavando día y noche bajo los escombros del hotel Rigopiano en busca de las cinco personas que permanecen desaparecidas, de acuerdo con un balance de Protección Civil
Los equipos de rescate italianos hallaron este miércoles cinco cadáveres de víctimas de la avalancha de nieve que sepultó un hotel, llevando a 24 el balance de cuerpos recuperados tras una semana de búsqueda.
Los equipos de emergencia siguen excavando día y noche bajo los escombros del hotel Rigopiano en busca de las cinco personas que permanecen desaparecidas, de acuerdo con un balance de Protección Civil.
Entre los cadáveres hallados este miércoles se encuentran los del administrador del hotel y del encargado de la recepción. La mayoría murió por hipotermia, asfixia y traumas, según el resultado de las primeras autopsias.
Una semana después de la catástrofe, que se produjo como resultado de una nevada histórica en los Apeninos sumada a una secuencia de terremotos que sacudieron el centro de Italia, el jefe de gobierno Paolo Gentiloni, hizo una evaluación de los hechos ante Senado.
«Se ha hecho todo esfuerzo humano, técnico y de organización para tratar de salvar vidas humanas», aseguró Gentiloni, que elogió «la elevada capacidad» de los equipos de socorro.
Esa zona del centro de Italia, con la cordillera de los Apeninos en medio, ha sido azotada por una serie inusual de calamidades, que va desde la serie de terremotos de más de 5 grados de magnitud en un sólo día, constantes nevadas, temperaturas muy bajas, y recortes de luz, lo que dejó a miles de personas aisladas.
Frente a esa «crisis sin precedentes», cerca de 11.000 personas participaron en más de 3.500 misiones de rescate sobre el terreno y más de 300 helicópteros fueron movilizados.
Gracias a esa rápida reacción, con socorristas que tuvieron que caminar toda la noche a pie o esquiando, bajo ráfagas de nieve y temperaturas particularmente bajas, pudieron ser salvadas 11 personas, entre ellas cuatro niños, recordó Gentiloni.
Caza de brujas
El jefe de gobierno prometió que se investigará sobre si hubo negligencia o retraso para encarar la emergencia, aunque advirtió que no fomentará una injusta «caza de brujas».
«En Rigopiano hubo una coincidencia mortal de hechos inéditos, con terremotos y nevadas excepcionales», recordó.
Las declaraciones de Gentiloni constituyen una respuesta indirecta a los cientos de habitantes de los municipios afectados por los terremotos del año pasado en el centro de Italia que protestaron en Roma contra la lentitud administrativa en la reconstrucción de las áreas devastadas.
«Hemos venido a quejarnos de los retrasos del gobierno en la reconstrucción. Poco se ha hecho en cinco meses», lamentó a la AFP Mirko Fioravanti, uno de los organizadores.
Los habitantes de Amatrice, –la ciudad arrasada por el terremoto del 24 de agosto que causó la muerte de 300 muertos–, así como de Accumoli (Lazio), Norcia (Umbría) y Arquata del Tronto (Marche), marcharon por las calles del centro de Roma hasta la sede la Cámara de Diputados para pedir que se aceleren los trámites para reconstruir sus pueblos, así como la designación de viviendas provisionales.
AFP