El homicidio de Elías Mora Carassiolo ocurrió en las inmediaciones de la estación de servicios que se encuentra al final de la avenida San Martín. Su familia no descarta se trató de una muerte por encargo
Elias Mora Carassiolo, de 51 años, comerciante que tenía una carnicería en La Vega, fue asesinado de un disparo en la cabeza la noche de este domingo cuando conducía su vehículo Mitsubishi Lancer blanco, por las inmediaciones de la estación de servicios que se encuentra en Bella Vista, al final de la avenida San Martín.
El hombre estuvo de paseo por El Junquito con su esposa embarazada, sus tres hijos y una sobrina de su pareja. A las 5:00 de la tarde, estaban de regreso. Primero fue a Perez Bonalde, Catia, a dejar a la pariente de su esposa y luego la llevó a ella con la hija menor de ambos, de apenas tres años hasta su domicilio en La Vega.
Su cuñado, Edixon Ávila, contó que Mora se fue en el carro hasta San Martín a llevar a sus dos hijas adolescentes ya que son fruto de su primer matrimonio y viven con su madre. De allí, a eso de las 9:00 se fue de vuelta a la vivienda que compartia con su actual pareja en La Vega.
Adyacente a la bomba de gasolina fue herido de bala, perdió el control del volante y se estrelló contra una mueblería. Del hecho no hay testigos, solo la versión de algunos clientes del Farmatodo de Vista Alegre, quienes relataron haber escuchado disparos y seguidamente el fuerte impacto del choque.
Cuando las personas que pasaban por el lugar vieron la situación, notificaron a una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana destacada por la zona y los uniformados llegaron para verificar si habían heridos. Pensaron que era un hecho de tránsito, hasta que descubrieron la herida de bala que tenía el conductor.
El disparo ingresó por la puerta del copiloto. La víctima ya no tenía signos vitales. Su esposa que lo llamaba insistentemente porque no regresaba a casa, fue atendida por uno de los guardias que le informó que Mora había colisionado con el carro y estaba muerto.
La familia no descarta que se trate de una muerte por encargo, ya que la víctima había recibido amenazas y hace tres meses delincuentes robaron en su carnicería. Tampoco se descarta el intento de robo o secuestro.