La palabra «unidad» resonó una y otra vez en el Palacio de Vistalegre de Madrid, donde Podemos comenzó este sábado una asamblea ciudadana clave en la que el partido de izquierda y antisistema busca evitar la ruptura y mantener su relevancia en la política española.
El tercer partido más fuerte en el Congreso español y el segundo en las encuestas de intención de voto, convirtió el cónclave en una suerte de plebiscito encubierto entre dos modelos encarnados por sus dos principales líderes: Pablo Iglesias, fundador y secretario general de Podemos, e Íñigo Errejón, cofundador y «número dos» de la tolda, señaló DPA.
Desde que se abrieron las puertas del Palacio de Vistalegre, escenario de la asamblea fundacional de Podemos en 2014, los cerca de 8.000 asistentes dieron su opinión sobre la tensa disputa gritando «¡unidad!, ¡unidad!», una palabra que articuló también los discursos más esperados de la primera jornada de asamblea.
«Hemos cometido muchos errores, pero hoy y mañana esta asamblea tiene que ser un ejemplo de unidad, fraternidad e inteligencia. Estamos llamados a gobernar, a cambiar las cosas y a liderar un bloque histórico», sostuvo Iglesias ante un público rendido que le respondió cantando: «¡Sí se puede!» y «¡Presidente!»
También Errejón, su rival interno, llamó a superar la división: «A partir del lunes, más Podemos, más juntos, más fuertes, con más voluntad, con más ganas», reclamó el cofundador del partido. «Estos años no han sido sencillos, pero ya hemos hecho mucho. Hemos cambiado la política de nuestro país», acotó.