Anthuan Enrique Blanco Ramos, de 11 años de edad, viajaba por el sector La Mata de Charallave en una camioneta que conducía su abuelo, marca Ford modelo Explorer, en compañía de otros familiares, cuando sonaron las detonaciones
Los sueños de un niño de convertirse en un destacado militar se esfumaron, a las 8:30 de la noche de este martes, tras recibir un disparo en la región frontal, cuando se desplazaba en una camioneta con su familia por la curva de “Tulio Terán” de La Mata en Charallave, municipio Cristóbal Rojas.
El infortunado fue identificado como Anthuan Enrique Blanco Ramos, de 11 años de edad, quien murió cuando era llevado al hospital Dr. Osío de Cúa.
Escucharon
los disparos…
Eucaris Ramos, progenitora del muchachito, narró que en la camioneta marca Ford, modelo Explorer, color gris, año 1998, placas MAM-19Y, viajaban ella, sus tres hijos, los abuelos de éstos y una de sus cuñadas, a quien llevaban hasta su residencia en el sector Los Cuatro Caminos de La Mata en Charallave.
Los adultos iban conversando de diversos temas del país y los pequeños jugaban entre sí, cuando inesperadamente escucharon una lluvia de disparos y, casi de inmediato, sintió que Anthuan Enrique se desplomó sobre su cuerpo.
Al revisar qué le pasaba a su hijo, se percató que sangraba y presentaba un orificio en la región frontal. Rápidamente, Alí Antonio Cisneros, abuelo paterno del niño y chofer del vehículo, condujo al centro de salud, pero el pequeño fue ingresado sin vida. Los médicos informaron a la familia que el preadolescente recibió un tiro en la región frontal con salida en el temporal izquierdo.
Profundo dolor
El asesinato de Blanco Ramos ha causado un profundo dolor en su seno familiar, vecinos y compañeros de clases. El muchachito vivía junto a su madre y sus dos hermanitos, de 1 y 3 años de edad, en el sector El Placer de La Mata de Charallave.
La madre de Blanco Ramos resaltó que su hijo era un excelente alumno y buen hijo. “Él, quería ser militar. Estaba esperando culminar el sexto grado en el colegio La Acequia, para ingresar a la escuela castrense de Fuerte Tiuna en Caracas”, refirió la declarante en medio de lágrimas.
Así mismo, aseguró no esperar nada de la justicia terrenal, “porque la mayoría de los crímenes en este país quedan impunes, por lo que todo lo dejo en manos de Dios y la justicia divina”.
Banda de azotes
Los detectives del Eje contra Homicidios del Cicpc del Tuy indagan el suceso. Trabajan en la identificación de varios sujetos que integran una peligrosa banda delictiva dedicada al robo de carros y posterior cobro de “vacunas” para su devolución.
En las próximas horas se espera que los sabuesos efectúen algunas detenciones, ya que poseen pistas para esclarecer este suceso que ha conmocionado a la población. Manejan como móvil el robo.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
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