El que no tiene moral no puede alzar la voz porque será señalado con el dedo, el de la señal de costumbre
Nadie puede pedirle a otro que no fume si es un fumador. Nadie puede pedirle a otro que no beba si es un borracho.
Que no consuman drogas si es un consumidor; y así sucesivamente. El que no tiene moral no puede alzar la voz porque será señalado con el dedo, el de la señal de costumbre. Tampoco se le puede insistir a la oposición en el «bendito» diálogo, si no pueden dialogar ni ellos mismos. Están pasando por su peor momento; están empantanados.
Esta oposición, en las condiciones como está, no dialoga ni con Cristo que resucite y trate de convencerlos.
No les sorprenda si en un arrebato de locura convocan a una rueda de prensa: «Cállense, cállense, cállense, que nos desesperan». «No insistan». «Si nosotros mismos no nos entendemos, cómo vamos a dialogar con ustedes». «Ni que venga con Cristo y el papa en el mismo avión, vamos a dialogar».
«Nosotros lo que queremos es ser gobierno, o acaso no lo sabían». «Estamos tan desesperados que ni partidos políticos tenemos». «Déjennos tranquilos y quietos, que nosotros no hallamos qué hacer»; y salga un loco por allá: «Te queremos, Chúo».
Es para coger palco. La misma MUD, técnicamente desaparecida, nombrando una comisión de reestructuración para que ella misma se reestructure. Están pidiendo la cabeza de un tal Chúo Torrealba, y es Chúo quien nombra e integra la comisión reestructuradora.
La MUD quedó convertida en el carapacho de la fracasada Coordinadora Democrática del golpe de Estado del 2002. Le están dando las gracias a Luis Vicente León por estar fabricando líderes donde no los hay.
Es el mismo parapeto, los mismos golpistas, los mismos esqueletos, los mismos fascistas; pero estos carajos hasta sortarios son. El gobierno detrás de ellos para sentarse a dialogar y ellos adelante, que no, que no y que no. Están hechos añicos. Están en el suelo, y desde el suelo están poniendo condiciones para un diálogo que no aceptarán ni que baje Cristo a jalarles bola.
Los expresidentes que se ofrecieron como mediadores salieron con las tablas en la cabeza. La oposición no los quiere ver ni en pintura. Zapatero a su zapato, dicen ellos. El Papa Francisco en su afán de preservar la paz, envía un representante de la iglesia y los curas adecos, opositores, políticos con sotana, por poco lo corren del país.
El Papa sugiere una reunión en El Vaticano, y la oposición dice que, ni con Cristo que esté con el Papa dialogarán, porque no se les acepta las condiciones.
El gobierno sabe que los opositores, casi sin excepción, no quieren bien para nadie y las pruebas las hay. Lo de ellos es ponerle la mano al coroto como sea. Entre las condiciones estaban el referéndum, a sabiendas que no iba tal referéndum.
Elecciones anticipadas sabiendo que no habrá elecciones antes de la fecha. Simultáneamente, embriagados con el triunfo, ofrecieron la salida de Maduro en junio, y nada. Ya habían pasado por el descargue de arrechera y «la salida», donde el arma fue la violencia, una catajarra de muertos y fallaron. Y la del premio, aprobar el abandono del cargo del Presidente Maduro, una locura política que hasta Coromoto le formó un peo a Ramos Allup.
El gobierno que diálogo, diálogo y diálogo; y la oposición que no, que no y que no. Y ahora mucho peor, metidos en ese berenjenal de que no tienen partidos políticos, mucho menos dialogarán. Sin embargo, desde el suelo lanzan unas pancadas de ahogado diciendo que pondrán sus condiciones, de las cuales me dijeron por ahí, la última es que Maduro se baje los pantalones, porque si no lo aceptan, no dialogarán ni con Cristo que resucite y venga con el Papa, porque Baltazar Porras, Urosa y sus compinches se encargarán de mandarlos al mismísimo infierno.
Pedro Alfonzo Rojas
aporrea.org