El pequeño sufrió una hemorragia interna y se indaga si su padrastro lo golpeó porque lloraba mucho. Su progenitora asegura que murió de hambre
En extrañas circunstancias murió un niño de dos años de edad, en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de El Rosario de Soapire de Santa Lucía del Tuy, la noche del miércoles; hecho que guarda relación con el posterior suicidio de su padrastro.
El caso es investigado por los detectives del Eje contra Homicidios del Cicpc y se manejan dos hipótesis. Una, que presuntamente el infante fue golpeado por su padrastro y otra, que falleció por inanición.
Solo sopa de auyama
Raquel Liendo identificó a su hijo fallecido como Simón Félix Adrián Liendo Díaz. La mujer aseguró a los periodistas que su vástago pereció debido a la falta de alimentos, “ya que lo único que he tenido para darle de comer a mis hijos ha sido sopita de ocumo o auyama”. “Simón tenía dos días sin comer, ya que no le provocaba lo que le servía. Incluso, varias veces se cayó porque estaba débil”, contó.
La mujer reveló que es crítica la situación económica que atraviesa y la cual afecta además a sus otros cuatro hijos. El más pequeño, de tres meses de nacido, es el único hijo de su concubino, Elio Enair Cabriles Ramos (24), quien se quitó la vida ahorcándose en la sala de la vivienda de la familia, ubicada en el sector La Reserva IV del barrio San si Puedes de Santa Lucía, una vez que se enteró que su hijastro había muerto.
Detalló que Cabriles Ramos tenía tres meses desempleado y de allí que no contaban con dinero para comprar comida. “Quizás se sintió deprimido por no poder garantizar la alimentación de nosotros y se suicidó”, acotó la mujer.
Golpe severo…
Entretanto, efectivos del Eje contra Homicidios del Cicpc del Tuy indagan el hecho, ya que los exámenes médicos forense realizados al cadáver de pequeño revelaron que había sufrido un golpe en la espalda que le produjo un derrame abdominal.
“No hemos descartado ninguna hipótesis, pero lo que más nos llama la atención es que el padrastro del niño se haya suicidado”, dijo un detective de homicidios.
De manera extraoficial se conoció que el continuo llanto del niño, por hambre, perturbaba a su padrastro. Un funcionario reveló que cuando en el CDI le avisaron a Cabriles Ramos que el pequeño había fallecido y que debía rendir declaraciones en el Cicpc, salió corriendo, fue a casa y se quitó la vida.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
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