A Todos nos gusta ganar, y para que eso sea posible es necesario actuar todos como uno sólo, realizar una sinergía, donde pongamos todas las cualidades y habilidades individuales a disposición del equipo. Cada jugador en baloncesto en la ofensiva, al tener el balón, se convierte en una triple amenaza, ósea puede lanzar, pasar o desplazarse con el drible, es su decisión.
Pero si une su talento con sus compañeros de juego el rendimiento se optimiza, ya que si estás claro en tus metas como diría Michael Jordán: «El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos», ya que debemos estar claro en algo. Cuando estamos en la ofensiva construimos un ataque efectivo y a la defensiva se trabaja para destruir el planteamiento del contrario.
Para que este trabajo de equipo sea efectivo y notorio tiene que tener varios aspectos a considerar: estar claro con rol de cada uno dentro del equipo; esto abarca a jugadores principales y suplentes, director técnico, asistentes, delegados, personal auxiliar. En equipos menores entre los representantes en apoyar las decisiones grupales, tiene que existir un desarrollo armónico dentro y fuera de la cancha, además tener confianza en tu capacidad de anotar como contribución individual proviniendo de la transición colectiva y solidaridad en los esfuerzos.
Sacrificar una anotación dudosa por un pase extra que garantiza incrementa el puntaje, que exista esmero por construir una ofensiva efectiva a través de un equilibrio del juego interior y perímetro, de acuerdo a la lectura del juego, ocupando los espacios para poder fabricar con holgura la ofensiva y sobretodo orgullo para defender con ímpetu en 1 vs 1, pero presto a colaborar en la ayuda oportuna combinada con la cobertura cuando sea necesaria. Ir al rebote todos para no dejar posibilidad alguna de segundas oportunidades al contrario, obligar a los atacantes a cometer errores para recuperar el balón a través de intercepción, que los tiradores lancen bajo presión no sueltos.
Dicho de otra forma, trabajar en equipo para ahogarlos no dando oportunidad para que realicen su meta como ellos la planifican. Pero también tenemos que estar en la capacidad de cambio de ritmo, cuando el contrario se adecúe a nuestro planteamiento, si tenemos un verdadero «teamwork» no debemos tener el menor inconveniente para triunfar.
Lo contrario a esto es cuando encontramos jugadores que desean jugar sólo contra el mundo, siendo engreído en todas las facetas tanto de entrenamiento donde no se esfuerza, aburre, no colabora y en play no defiende, en la ofensiva quiere todas las pelotas pero no lo pasa, no atiende a la dirección técnica creando una atmósfera inhóspita, no ayuda a su compañero sino crea cizaña, en los tiempo solicitados no presta atención y hace lo que quiere en los partidos. ¿Para que queremos estos jugadores?
Les dejamos estas citas importantes: «El proceso dinámico que se refleja en la tendencia grupal de mantenerse juntos y permanecer unidos en la persecución de sus objetivos y metas»(Carron, 1982). «No preguntes lo que tus compañeros de equipo pueden hacer por ti. Pregunta qué puedes hacer tú por tus compañeros» (Magic Johnson).
Marshall Ollarvides