Ante la presunta campaña de difamación a la cual ha sido expuesta la empresa Distribuidora Alimentos Mundiales 2013 C.A., por cuenta de los representantes de la recientemente constituida Fundación Gente de Cacao, durante reciente rueda de prensa se hizo del conocimiento a la opinión pública que la compañía cuenta con todo el aval para funcionar como importadora y exportadora, calificada por las leyes del comercio del país desde hace casi una década.
«Con nota de prensa que busca dañar el trabajo que se realiza a factor del sector cacaotero venezolano, la Fundación Gente del Cacao se ha dado a la tarea de decir falsedades, alegando primeramente el supuesto plagio de un proyecto inexistente, y citando noticias de corte judicial en las cuales se involucra a la empresa, sin tener esta última responsabilidad legal alguna en dichos casos, como consta en los tribunales pertinentes que manejan la causa.
Instamos a los medios de comunicación, sobre todo a los prestos a publicar la información citada, comprobablemente falsa, a conocer los hechos certeros, librándose con ello de ser corresponsables de esta difamación, que se atiende desde el punto de vista legal», indica el comunicado.
Asimismo, el documento refiere: «Aclaramos que nunca ha existido relación entre Distribuidora Alimentos Mundiales 2013, C.A., y Fundación Gente de Cacao. Lo único que existió fue la contratación de los servicios de Humberto José Estaba y Ruth Elizabeth Suárez Coronado de manera particular como fotógrafos y prensa, respectivamente, en distintos eventos corporativos y privados, valiéndose –por cierto– de esta vinculación para exponer al escarnio público con falsedades e imágenes privadas a Carmen Sánchez, su familia y entorno más cercano».
Los integrantes de la directiva de Distribuidora Alimentos Mundiales 2013, C.A, junto con el gremio cacaotero involucrado –por verse comprometida la reputación de los inversionistas que les respaldan, afectando los mercados y cerrando oportunidades que beneficien al sector–, se reservan el derecho de ejercer las acciones legales pertinentes por haber sido víctimas de difamación e injuria, contando con pruebas fehacientes de los mezquinos propósitos y ambiciones de estas personas, quienes hoy día han dado lugar a una lamentable campaña de desprestigio que afecta al tan castigado sector productivo cacaotero del cual vociferan ser férreos defensores.