Cinco personas, cuatro de ellas integrantes de una familia, fallecieron la semana pasada tras ingerir yuca amarga, que compraron a un comerciante informal en la calle Argentina de Catia
Tras haber consumido yuca amarga que adquirieron en un mercado de la calle Argentina de Catia, fallecieron esta semana cuatro miembros de una familia y una vecina, residentes de Isaias Medina Angarita.
Los fallecidos fueron identificados como Alonso Cruz Durán (65), Jesús María Cruz Durán (53), Xenia Estella Cruz Durán (57) y un sobrino de estos, de nombre Jonathan Stiven Linares Cruz. Todos comenzaron a presentas síntomas de dolor abdominal, vómito y malestar estomacal que los llevó hasta distintos centros asistenciales. Posteriormente fallecieron.
Tulio Linares, padre de Jonathan Stiven, contó que en la casa que comparten cuatro grupos familiares -todos parientes entre sí-, conviven 22 personas. El pasado sábado, Alonso Cruz, compró yuca en la calle y llegó a la casa con el mercado. Prepararon comida y varios de ellos la consumieron.
El domingo, Jesús María comenzó a sentirse muy mal y fue llevado hasta el Periférico de Catia, donde lo evaluaron pero lo mandaron de regreso a casa. A las 5:00 del lunes murió repentinamente en la vivienda, pero para entonces, ninguno imaginaba que aquella desgracia apenas comenzaba.
Cuando volvían del entierro, la tarde del martes, el sobrino del difunto, de nombre Jonathan tuvo la misma sintomatología, así que lo llevaron al hospital de los Magallanes de Catia, luego al Periférico y allí murió aproximadamente a las 10:00 de la mañana del miércoles.
Ese mismo día, su tío Alonso mostró el malestar con cuadro de dolor crónico y vómito. Fue llevado al hospital Miguel Pérez Carreño, pero falleció a las 11:00 de la mañana del jueves, mientras que en la casa seguían comiendo de la yuca que era lo único que tenían, comentaron los parientes.
La muerte de tres habitantes de la casa, despertó un alerta entre las autoridades y una comisión de Sanidad acudió el viernes para entrevistar a la familia, inspeccionar el lugar y los productos de consumo. Esa tarde la que cayó en cama fue Xenia Cruz, quien murió en el mismo Pérez Carreño al día siguiente.
Linares contó que el martes murió una vecina de la zona de nombre Berta, presuntamente como consecuencia de la misma ingesta. Ellos desconocían que era lo que comían lo estaba matando a la familia hasta que el informe del patólogo reveló “intoxicación exógena por el consumo de yuca amarga”. Les practicaron exámenes histológicos y toxicológicos que confirmaron esa hipótesis.
Los tres hermanos fallecidos estaban desempleados, pero en el caso de Jonathan Linares quien tenía problemas de aprendizaje, se había graduado en el Inces en corte y confección de ropa.