El designado venezolano Víctor Martínez sabe que si se mantiene saludable ratificará su condición de bateador temible en la alineación de los Tigres de Detroit
Ahora que todos lo saben, el cañonero Víctor Martínez puede hablar sobre la hernia que lo limitaba mientras jugaba el año pasado.
Surgió casi a mediados de la temporada, reveló el bateador designado de los Tigres. Y le dio bastantes problemas.
“Era bastante difícil levantarme de la cama”, explicó Martínez. “Estaba muy mal. Sé que los aficionados tienen todo el derecho de sentirse frustrados, pero créanme, el más frustrado era yo. Estaba bateando la bola por los canales, hasta la pared y sólo podía llegar a la primera base. En mi carrera nunca he tenido excusas, pero los aficionados no sabían lo que sucedía. Esta vez no era la rodilla”.
“Nunca he sido el más veloz, pero sé que era mejor de lo que demostré al final de la campaña”.
Martínez, y de hecho los felinos también, estaban dispuesto a aceptar los pocos extrabases con tal de que no afectara su swing.
“Lo llegué a contemplar”, dijo Martínez acerca de un viaje a la lista de incapacitados, “pero la recuperación es todo un proceso. Se requieren siete semanas después de la cirugía y era a mediados de la temporada. Era algo que aún me dejaba tener buenos turnos al bate. La verdad es que estaba frustrado”.
“Podía dar buenos swings. El problema era el corrido de bases”.
Para Detroit, la lesión de Martínez coincidió con la fractura de una mano de Nick Castellanos, las persistentes dolencias de Cameron Maybin y el regreso de J.D. Martínez tras una molestia en un codo. Mientras Víctor Martínez bateara con su trueno y contacto de costumbre, iba a estar en el lienup. Y si Martínez podía batear desde ambos lados del plato, el dirigente Brad Ausmus siempre ha preferido contar con un bateador ambidiestro en la parte gruesa del lineup, detrás del también venezolano Miguel Cabrera para interrumpir la cantidad de bateadores derechos en el orden.
“Siempre consultaba con él”, manifestó Ausmus.
Martínez bateó .269 (242-65) con ocho dobles, 10 jonrones y 34 remolcadas en la segunda mitad de la temporada pasada. En agosto tuvo promedio de .297 (101-30), antes de batear .235 (85-20) en septiembre.
Al concluir la campaña, Martínez se sometió a la cirugía en Lakeland y se rehabilitó en su hogar tras instalar un cuarto de ejercicios en su rancho de la Florida.
“No había nada más que hacer, sino entrenar y atender a las vacas”, dijo Martínez.
El veterano llega a su penúltima temporada del contrato de cuatro años y 68 millones de dólares que firmó con los felinos, después de terminar de segundo en las votaciones para el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2014. Cumplió los 38 años de edad en diciembre, pero ahora con la hernia y los problemas de las rodillas en el pasado, se siente en su mejor forma desde el 2014.
“Definitivamente, no nos estamos poniendo más jóvenes”, declaró Martínez. “Todavía podemos competir. Nadie dijo que vaya a ser fácil. Pero es la realidad. No cabe duda de que seguimos luchando. Veremos qué sucede este año”.
Lara huele a serie
El gobernador del estado Lara, Henri Falcón, efectuó este martes una rueda de prensa en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, para detallar parte de sus propuestas y anunció el inicio de los trabajos en la sede de los Cardenales de Lara, de cara a la Serie del Caribe 2018.
“La Serie del Caribe es una fiesta donde debemos unir esfuerzos para que Barquisimeto y Venezuela queden bien parados. Eso requiere coordinación, planificación y compromiso de todos los entes gubernamentales y a todo nivel”, comentó Falcón, en el acto en el que estuvieron presenten el presidente ejecutivo de los pájaros rojos, Humberto Oropeza, así como miembros de las llamadas “Glorias Deportivas Larenses”.