En buena parte del mundo se exponenció el discurso del odio que hizo del universo un lugar más sombrío e inestable
En el prólogo del informe 2016-2017 de Amnistía Internacional, recientemente publicado, se puede leer lo siguiente:
“2016 fue un año en el que la idea de dignidad e igualdad humanas, el concepto mismo de familia humana, fue objeto de intensa e implacable agresión en forma de discursos de culpa, miedo y búsqueda de chivos expiatorios, propagados por quienes querían tomar el poder o aferrarse a él, casi que a cualquier precio”.
En buena parte del mundo se exponenció el discurso del odio que hizo del universo un lugar más sombrío e inestable, que ilustra la tendencia global hacia una forma más airada y divisiva de hacer política. Cerca de Venezuela, un mandatario acaba de meterle miedo a la población con una “guerra cruzada”, en referencia a una reforma constitucional para mantener la estabilidad, si en la segunda vuelta pierde su candidato. Donald Trump triunfó tras una campaña en la que hizo a menudo declaraciones caracterizadas por la misoginia y xenofobia. Prometió revocar libertades civiles e introducir políticas adversas para los derechos humanos.
En tiempos del nuevo milenio, las libertades de prensa y expresión, consideradas como pilares fundamentales de una democracia, recibieron los ataques más despiadados. La prensa sufrió los embates de la censura y cierre de medios de comunicación por resultarle incómodos a las tiranías. En una dictadura se impone la censura a la libertad de expresión y a la prensa porque los autócratas quieren impedir que se digan cosas que no les son gratas.
El senador John McCain criticó al presidente Donald Trump por sus ataques contra los medios y dijo que las dictaduras «empiezan por suprimir la libertad de prensa». «Odio a la prensa», dijo con sarcasmo el senador republicano a la cadena NBC. «Te odio especialmente a ti. Pero el hecho es que los necesitamos. Necesitamos una prensa libre. Si quieres preservar la democracia como la conocemos, debes tener una prensa libre y muchas veces opuesta. Sin ella, temo que perderíamos muchas de nuestras libertades individuales con el tiempo. Así es como empiezan los dictadores».
Trump dijo que CNN y otras grandes empresas de medios eran «el enemigo del pueblo estadounidense». Al parecer, Maduro le tomó la palabra y sacó de las parrillas de televisión por cable al canal norteamericano. El diario La Nación de Argentina, en su editorial del 24/02/2017 expresó: “El silencio frente a lo que pasa hace a los países cómplices de la brutal dictadura que día tras día se consolida en Venezuela al costo del sufrimiento de su pueblo”.
Concluyo este artículo citando al líder comunista Nikita Jruschov, quien en 1956 criticó las actuaciones de su partido y la de todos los dictadores, señalando: “cuando era obrero no había socialismo, pero había patatas. Ahora que hemos construido el socialismo no hay patatas”.
«En una dictadura se impone la censura a la libertad de expresión y a la prensa porque los autócratas quieren impedir que se digan cosas que no les son gratas…»
Noel Álvarez
@alvareznv