La Filosofía por si sola es el amor por la sabiduría, y se enuncia por la reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento y los límites de la existencia y de los modos de ser.
Partiendo de esta esencia, aplicándola al baloncesto, podemos definir lo que deseamos en nuestro equipo, para que jueguen en un estilo de dirección, tanto en la ofensiva así como la defensiva. Cada equipo tiene el sello del coach principal, pero para que se cumpla de forma exitosa tiene que haber un compendio de cualidades del entrenador, tales como: un buen político, psicólogo, ejemplarizante, consejero, racionalista, un conocedor de la vida, dado que las experiencias lo van curtiendo y agudiza su percepción del juego, ya que cada encuentro es distinto al anterior y al posterior que acaba de terminar, esto coloca al Director Técnico en un papel de constante investigador crítico y auto-crítico de sus acciones, ganando o perdiendo cada partido.
En particular mí filosofía tiene que descansar en lo aprendido, en la búsqueda de mi ser y Yo Interno, complementando en mi crecimiento, estudiando a entrenadores antecesores, para formar mi estilo de dirigir con base y bien fundamentados en ese cúmulo de experiencias dada a través de años. Con ese punto de partida puedo construir mi batería estructural, para llegar a lo que Yo Deseo que mi equipo desarrolle, es decir el juego ideal; claro pero con la capacidad del material y recurso humano que yo tenga a disposición.
Para que esto fluya tengo que implantar normas y principios de cómo jugar, utilizando métodos pedagógicos que me den fruto al entendimiento del objetivo planteado, buscando la perfección de los movimientos ofensivos y defensivos.
Siendo así, debemos:
1.-Crear un ambiente ideal de entrenamiento,
2.-Saber atacar y resolver problemas o conflictos que den pie a la subordinación provocando caos.
3.-Ser constructivo en la observaciones y críticas a los jugadores, de acuerdo a las características de cada atleta
4.-Poner metas individuales de lo que tu esperas de él
5.-Tener buena relación con todo el equipo
6.-Dejar que el jugador demuestre sus destrezas individuales, pero hacer énfasis en el Team Work, ya que el equipo está primero 7.-Ser polifacético.
«Los buenos equipos se convierten en grandes equipos cuando sus integrantes confían tanto en sus compañeros como para que prevalezca el nosotros sobre el yo»: Phil Jackson.
Algunos entrenadores creen que es importante desarrollar la ofensiva ante que la defensa, otros creemos que es a la inversa, y decimos que »’mi primer ataque es la defensa»’, donde todos tenemos que exigirnos defensivamente por destruir el ataque del contrario, para nosotros construir la ofensiva efectiva a favor nuestro. No es nada fácil construir un equipo a la medida de nuestra filosofía, pero tendrás que invertir tiempo para como líder que eres convencer al equipo que crean en ti.