El papa Francisco celebrará del 6 al 11 de septiembre una visita histórica a Colombia, para impulsar la paz y la reconciliación en ese país tras la firma del acuerdo de paz con la guerrilla FARC que puso fin a más de 50 años de conflicto.
Se trata del tercer pontífice que visita Colombia después de Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986.
Las fechas oficiales de la visita del papa argentino, de 80 años, a Colombia fueron anunciadas por el Vaticano con un comunicado oficial y confirmadas en Bogotá por la Conferencia Episcopal.
«Acogiendo la invitación del presidente de la República y de los obispos colombianos, su santidad el papa Francisco efectuará un viaje apostólico a Colombia del 6 al 11 de septiembre de 2017, visitando las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena», reza la nota.
«El programa del viaje se publicará próximamente», precisa el comunicado firmado por la vicedirectora de la oficina de prensa de la Santa Sede, la española Paloma García Ovejero.
Francisco viaja a Colombia en un momento muy importante para la historia de ese país y su visita tiene como objetivo fomentar la paz y la reconciliación tras 52 años de un conflicto fratricida que desangró al país y dejó un saldo de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
El papa, que desde el inicio apoyó las negociaciones de paz con el mayor grupo guerrillero, había prometido en varias ocasiones visitar Colombia, sin precisar la fecha.
Un itinerario ‘sufrido’
El anuncio del Vaticano fue hecho tras su regreso de una semana de retiros espirituales en una localidad a las afueras de Roma.
Francisco viajará sólo a Colombia y no ha incluido etapas a otros países, como es habitual en sus giras papales.
«El Santo Padre viene a apoyar a los colombianos en la construcción de la paz», dijo el presidente Juan Manuel Santos en declaraciones desde la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, en el oeste de Bogotá, acompañado de altos jerarcas de la iglesia católica y de la primera dama, María Clemencia Rodríguez.
El mandatario, flamante Nobel de Paz, sostuvo que la visita apostólica de Francisco invita a «la unión, a la reconciliación, al perdón y, sobre todo, al encuentro» entre colombianos.
«La presencia de su Santidad en nuestro suelo –que desde ya esperamos con toda esperanza e ilusión– nos ayudará a los colombianos a seguir uniéndonos en torno a un país más justo, más solidario, más equitativo y en paz», agregó.
Escoger las ciudades que visitará Francisco fue «muy sufrido», reconoció a la prensa monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la conferencia episcopal.
«Se escogieron ciudades grandes donde la gente tenga acceso con la facilidad y se dejaron (por fuera, ndr) lugares periféricos con sus riesgos, que no era el caso de correr y con la edad del Papa, menos», afirmó.
Se trata del segundo viaje del papa que ha sido confirmado este año después del que tiene programado para mayo a Fátima, en Portugal, con motivo del centenario de las apariciones de la Virgen.
El mismo pontífice había puesto en entredicho el año pasado su visita a Colombia al admitir que viajaba sólo «si el acuerdo de paz está blindado y reconocido por la comunidad internacional», recalcó a la prensa.
Una condición que resultaba difícil de alcanzar después de que el acuerdo entre el gobierno y las FARC fuera rechazado en octubre pasado contra todo pronóstico con un plebiscito en el que ganó el no.
Con un gesto simbólico, el papa rompió en diciembre la tradicional discreción diplomática vaticana e invitó al Vaticano al expresidente colombiano Álvaro Uribe, acérrimo enemigo de los acuerdos, para una reunión inédita dentro del palacio apostólico con el presidente Santos, recién galardonado con el Nobel de la Paz.
Ningún resultado dio el encuentro y el Vaticano guardó un largo silencio sobre la visita hasta este viernes, cuando anunció oficialmente el viaje.
«Para el Vaticano el acuerdo de paz es de hecho una realidad», explicó recientemente el vaticanista Andrea Tornielli, quien citó como gesto clave el adiós a las armas iniciado la semana pasada por la principal guerrilla colombiana.
AFP