Después de pasarse meses rememorando las brutales primarias republicanas y presumiendo sobre su victoria, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una discreta ofensiva de seducción y tendido la mano a antiguos rivales a los que ahora necesita, informó la Associated Press.
La nueva incorporación a la lista es el senador por Texas Ted Cruz, que ha dicho tener considerables reservas sobre la ley republicana de sanidad que quiere aprobar Trump.
El presidente y la primera dama recibieron el miércoles por la noche para cenar a Cruz, su esposa, Heidi, y sus dos hijas. Trump almorzó el día anterior con el senador Lindsay Graham, otro rival.
Esos encuentros se suceden mientras Trump sigue lanzando acusaciones sin pruebas contra su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, lo que corta una posible fuente de asesoría en un momento en el que intenta promocionar una agenda legislativa que requerirá de cualquier aliado a su alcance.