La policía londinense confirmó este miércoles que cinco personas murieron -entre ellas el atacante y un policía- y 40 resultaron heridas tras un atentando, calificado como hecho terrorista, en las afueras del Parlamento británico. En una de las zonas supuestamente más vigiladas del mundo, donde se concentran las dependencias de los tres poderes, el sospechoso atropelló con su coche a los peatones que cruzaban el puente de Westminster, y se dirigió luego al recinto del Parlamento, donde mató a cuchilladas a un policía antes de ser abatido.
Cinco personas han muerto en el ataque terrorista perpetrado esta tarde en Londres, donde un vehículo ha atropellado a varias personas en el puente de Westminster.
Al menos 40 personas han resultado heridas en el incidente del puente, según testigos, mientras varias ambulancias y paramédicos atienden a varias víctimas en el lugar.
Según los medios británicos, un vehículo gris Hundai ha atropellado a varias personas en el puente de Westminster, próximo al Parlamento, y ha continuado el trayecto hasta el edificio parlamentario.
Tras estrellar el vehículo contra las rejas que rodean el Parlamento, el conductor ha salido del coche, ha apuñalado a un policía y, cuando se disponía a atacar a otro, otros agentes le han disparado.
Las sesiones parlamentarias han sido suspendidas y nadie podía salir o entrar del Parlamento, a excepción de la primera ministra, a quien la policía ha sacado del edificio y se encuentra en Downing Street supervisando el operativo.
Entre los heridos hay también tres policías que protegían el edificio del Parlamento.
Hace apenas dos semanas, el responsable de la unidad antiterrorista de la policía de Londres, Mark Rowley, reveló que los servicios secretos británicos han abortado 13 potenciales ataques terroristas en el Reino Unido en menos de cuatro años.
Hace tan solo tres días, el 19 de marzo, más de 200 agentes de la policía metropolitana de Londres participaron en el ensayo de una operación antiterrorista en la que simularon un ataque contra un barco de pasajeros en el río Támesis.
Agencias