La crisis del capitalismo y sus alternativas
La implementación de medidas neoliberales están cercenando las conquistas alcanzadas en el estado de bienestar como el derecho a la salud, al trabajo, la educación, la vivienda y una jubilación digna
Juan Roberto Torres
La crisis económica que empezó en los Estados Unidos en el año 2007 se originó como burbuja inmobiliaria, para después transformarse en crisis financiera que contagia la economía real; esta situación acarrea la recesión económica. Dicha crisis, como un efecto dómino, comenzó a afectar de una manera drástica a los países de la zona euro, siendo los más perjudicados España, Portugal y Grecia. Para intentar buscar la salida a la recesión, los gobernantes aplicaron medidas de ajuste de corte neoliberal supervisadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las recetas aplicada son iguales a las impuestas por el FMI en América Latina en la década de los 80 del siglo pasado, en las cuales icho organismo concedió créditos a los países en crisis para solventar la deuda pública a cambio de la aplicación de un Plan de Ajuste Estructural para disminuir el déficit fiscal y estimular el crecimiento económico. Así impusieron las siguientes medidas: la política de privatización masiva de empresas públicas, reducción del gasto social en aéreas sensibles como salud y educación, congelación de sueldos y salarios, elevación de los precios de los productos de consumo masivo. De igual manera subieron los costos en los servicios de agua, electricidad, telefonía, entre otros. Las consecuencias de estas disposiciones se manifiestan en el incremento del desempleo y en los niveles de pobreza en nuestra región.
Esta situación repercutió en la toma de conciencia de amplias capas de la población, lo cual generó huelgas, paros, levantamientos populares que permitieron la caída de diversos gobiernos en Ecuador, Argentina y Bolivia, entre otros. La crisis social fue un estímulo para el surgimiento de diversos gobiernos de carácter reformista y revolucionario en la región, como es el caso de Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en Venezuela, y otros.
La historia se repite en otro contexto en los países “desarrollados”. La receta es igual para sanear las finanzas públicas y el incremento del producto interno bruto. La implementación de medidas neoliberales están cercenando las conquistas alcanzadas en el estado de bienestar como el derecho a la salud, al trabajo, la educación, la vivienda y una jubilación digna. La respuesta de la población se manifiesta en paros generales, huelgas, movilizaciones. Se vislumbra una salida de carácter reformista a corto plazo en España con el avance electoral de la organización Podemos y en el caso de Grecia, donde las fuerzas de izquierda ganaron las elecciones, pero no pueden realizar su programa progresista por la presión del FMI y el Banco Central de la Unión Europea. Estos entes financieros presionan y doblegan al gobierno de Alexis Tsipras, el cual termina aplicando drásticas medidas de austeridad para obtener nuevos créditos. En este contexto no es fácil hacer un juicio definitivo sobre las fuerzas alternativas al modelo neoliberal, porque el poder económico tiene la capacidad de frustrar la esperanza de los pueblos si sus líderes no están a la altura del momento histórico.
NOTA INTERNACIONAL
Posverdad en la mirada de la unesco
María Gabriela Mata Carnevali
matacarnevali@gmail.com
Esta semana, la Unesco organizó un coloquio para examinar el impacto de las transformaciones que afectan al periodismo actual, entre ellas la fragmentación de audiencias, la desinformación, las informaciones erróneas y el concepto de noticia falsa o posverdad, que ocultaría la tradicional propaganda política.
Bajo el título de El periodismo bajo el fuego de las críticas, el coloquio reunió a periodistas, especialistas en ciencias sociales y organismos de desarrollo de los medios y redes sociales.
“El diccionario de Oxford eligió posverdad como palabra del año 2016”, recordó la directora general, Irina Bokova. “Observamos hoy un aumento de las cuestiones que van al centro del periodismo profesional, libre e independiente. Debemos explorar esas tendencias, debatir sobre estos conceptos y encontrar juntos nuevas maneras de avanzar. Ello es vital para la democracia, el estado de derecho y la gobernanza”.
Lo que está en juego es nada menos que la capacidad de la prensa de reconquistar la confianza del público para cumplir con su misión vital.