Desde el momento en que se fundó el pueblo de Guarenas, en 1621, los habitantes, tanto libres como esclavizados, de los valles de Guatire, Pacairigua y Araira, fueron anexados a la naciente parroquia Nuestra Señora de la Copacabana de los Guarenas.
En la iglesia de la misma eran bautizados sus hijos, se casaban, asistían a los oficios religiosos y eran enterrados cuando morían. Esta situación no varió por 59 años. En el lapso comprendido entre 1621 y 1680 la población tanto libre como esclavizada de esos valles registró un aumento significativo por lo cual el cura doctrinero de Guarenas tuvo dificultades para continuar atendiéndolos, por lo que expuso la situación ante el obispo Fray Antonio González de Acuña y se decidió crear una nueva parroquia en esa zona.
Nacimiento de una
nueva parroquia…
El 23 de marzo de 1680, mediante el Cabildo Eclesiástico de Caracas, se otorgó el nombramiento de cura capellán al licenciado Tomás de León, quien fue enviado a comenzar dicha parroquia en forma de Capellanía de Haciendas de Campo en la región de Guatire-Pacairigua-Araira. Poco después de su nombramiento el licenciado León inició la parroquia Santa Cruz de Pacairigua en una ermita que había construido años antes el capitán Antonio Gámez de la Cerda en tierras altas de su hacienda de Pacairigua. Por lo antes investigado y expuesto se puede decir con certeza que, a pesar de que el pueblo de Guatire no tuvo fundación oficial, la comunidad guatireña si posee un inicio o génesis.
Dicho inicio aconteció en 1680 al momento en que se separó de la parroquia Nuestra Señora de la Copacabana de los Guarenas y comenzó a funcionar como nueva parroquia en la región de Pacairigua, ese paso se dio el 23 de marzo de 1680, al hacerse efectivo el nombramiento de su primer cura capellán. De este hecho se conmemoraron 337 años este mes de marzo.
Se forma el pueblo
El pueblo llamado oficialmente «Santa Cruz de los Valles de Pacairigua y Guatire» se formó a consecuencia del nacimiento de la parroquia. Poco a poco las casas fueron construidas alrededor de esa ermita o capilla que sirvió de iglesia parroquial. Dichas viviendas fueron edificadas por hacendados y trabajadores libres asalariados de las haciendas fundadas en los valles de Guatire, Pacairigua y Araira, muchos de ellos pertenecían principalmente a la clase de los pardos libres.
La mayoría de las casas se edificaron, previo permiso otorgado por los dueños de las tierras sobre las cuales estaba establecida la ermita.
Prof. René García Jaspe