Las fuertes lluvias en Sudamérica no solo han golpeado al país neogranadino; también han afectado a Perú, con 101 muertos y más de un millón de damnificados, y a Ecuador, con 21 muertes desde enero y más de 9.000 familias afectadas
Entre el dolor y la desazón, Colombia busca este domingo contrarreloj supervivientes de una brutal avalancha que arrasó la sureña ciudad de Mocoa, dejando más de 200 muertos y cubriéndolo todo de barro y piedras tras torrenciales lluvias en la región andina de Sudamérica.
El último reporte oficial cifraba en 210 el total de muertos, en alza con respecto al balance anterior, y más de 200 heridos luego del desborde de tres ríos la medianoche del viernes, «un mar de lodo» que se llevó todo por delante, según testigos.
«De 210 personas fallecidas se han logrado identificar 170. No hay oficialmente desaparecidos, ni ningún niño desamparado», informó en Twitter el presidente Juan Manuel Santos, que encabeza en la zona las tareas de auxilio y reconstrucción.
En la capital del Putumayo, estaba nublado y hacía un calor pegajoso. Apenas cayeron algunas gotas este domingo, mientras muchos buscaban a sus seres queridos o trataban de recuperar alguna pertenencia tras perderlo todo.
La mayoría de los barrios afectados son pobres y con población desplazada por el conflicto armado de medio siglo que azota a Colombia, de acuerdo con testigos.
Identificar cadáveres
Con el lodo aún no totalmente seco, los socorristas continuaban auxiliando a los damnificados. «Sigue la labor de búsqueda para encontrar sobrevivientes, aún estamos dentro de la ventana de las 72 horas posteriores a un desastre así», dijo a AFP un portavoz de la Cruz Roja Colombiana (CRC).
El Defensor del Pueblo de Putumayo, Fabián Vargas, detalló que equipos de rescate realizan procedimientos de barrido de los lugares por dónde pasó la avalancha, en búsqueda de eventuales nuevas víctimas.
Además, prosigue la identificación de decenas de cadáveres que permanecían el domingo en el hospital de la ciudad.
«Ya está el proceso en marcha con personal de medicina legal», apuntó, pero dijo que el paso de las horas hace necesaria una limpieza del recinto, que sigue recibiendo cuerpos tras el alud.
Mocoa, de unos 40.000 habitantes, seguía sin energía eléctrica ni agua corriente, servicios que el gobierno intentaba restablecer, pero que regresar a la normalidad se estima que tomará días.
El agua tiene un problema estructural, eso va tomar tiempo. Entonces por un lado estamos trayendo más carrotanques, estamos habilitando los puentes que estaban destruidos y al mismo tiempo ver cómo aceleramos las reconstrucciones de la parte estructural, el agua, la energía, en vivienda», explicó Santos a periodistas.
Reponer la energía es otra tarea difícil, admitió por su parte el viceministro del Interior, Guillermo Rivera.
«Lo que habría que construir es una nueva subestación, y eso va a tardar», dijo a Caracol Radio. Detalló que se hacen las coordinaciones con Bogotá para el envío de una subestación móvil, pero eso puede llevar varios días.
Tras un sobrevuelo, la Fuerza Aérea no encontró ningún indicio de represamiento en ríos o quebradas, minimizando la posibilidad de una nueva avalancha.
«Se estima un descenso de las precipitaciones para el lunes y martes», indicó por su parte el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), citado por la Presidencia.
“Voz de aliento” del Papa
«Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó Colombia», dijo el papa Francisco durante una misa en Carpi (norte de Italia), una «voz de aliento» que Santos agradeció en Twitter, así como las múltiples expresiones de solidaridad de todo el mundo.
«Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos», agregó el sumo pontífice, cuya visita a Colombia está prevista para septiembre.
Lissy de Abreu
Alina Dieste / AFP