El presidente argentino, Mauricio Macri, dijo hoy que lo que está pasando en Venezuela “no es democracia” y que “no se respetan los derechos humanos”, en relación a la crisis política generada por la decisión, después anulada, del Tribunal Supremo de asumir las competencias de la Asamblea Nacional, reseña Efe.
“Le pido al Congreso de la nación (argentina) que se reúna lo antes posible y que cada uno exprese qué es lo que opina de lo que está pasando en Venezuela. Para mí eso no es democracia, para mí ahí no se respetan los derechos humanos”, instó hoy el presidente durante un acto en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
“Quiero saber quiénes en Argentina, que estuvo cerca de que le pasasen situaciones similares a las que hoy vive nuestro querido pueblo hermano venezolano, quiero que digan quiénes creen en ese modelo de convivencia”, continuó.
Poco antes también se había pronunciado la canciller argentina, Susana Malcorra, para señalar, en declaraciones a radio La Red, que si Venezuela no cumple las medidas solicitadas por el Mercosur este fin de semana, tras una reunión urgente de los ministros de Exteriores del bloque, se revisará el vínculo entre ese país y la alianza formada por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Entre esas condiciones figuran cumplir el calendario electoral, liberar a los “presos políticos” o garantizar la separación de poderes.
No obstante, Malcorra volvió a hacer hincapié en que el inicio del proceso para la aplicación de la cláusula democrática del organismo, que arrancó con la declaración conjunta de los cancilleres este sábado, no supone la expulsión inmediata de Venezuela, que sí está suspendida en sus derechos del bloque desde diciembre.
Malcorra insistió en que está disponible para dialogar con el presidente Nicolás Maduro y mantener el contacto con el fin de “tratar de entender los puntos de vista de cada parte” para lograr cumplir sus peticiones que, destacó, “no resisten más dilaciones”.
Asimismo, aseguró que en el país caribeño hay una clara injerencia del poder ejecutivo en el judicial y, a su vez, de este último en el legislativo, lo que demuestra que las instituciones democráticas están funcionando de manera “deficiente”.
La crisis política en Venezuela se agravó en los últimos días, después de que el Tribunal Supremo decidiera el 30 de marzo asumir las competencias de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Ante la presión internacional y las denuncias de la oposición, este fin de semana el presidente Nicolás Maduro pidió rectificar al Supremo, que terminó anulando sus sentencias sobre el Parlamento.
EFE