Abril es un mes de patriotas, especialmente este del 2017, que es bicentenario del inicio del ciclo virtuoso de nuestra independencia
Elías Jaua Milano
El imperio le impuso mala fecha a la dirigencia contrarrevolucionaria para intentar caotizar a Venezuela y justificar así un golpe de Estado y la intervención extranjera.
Abril es un mes de patriotas, especialmente este del 2017, que es bicentenario del inicio del ciclo virtuoso de nuestra independencia. El pasado viernes 7 de abril conmemoramos los 200 años del martirio de nuestros y nuestras compatriotas en la Casa Fuerte de Barcelona, que prefirieron el camino del sacrificio antes que rendir la patria.
El próximo martes 11 celebraremos los 200 años de la batalla del cerro El Gallo, o Batalla de San Félix, donde el Ejército Libertador, con el General Manuel Piar al mando, obtuvo una glamorosa victoria que liberó todo el territorio de nuestra Guayana y despejó el camino para la libertad de toda Suramérica, que se había iniciado cuando los venezolanos y venezolanos decidimos el 19 de abril de 1810, comenzar a andar con pasos propios nuestro destino; siendo el primer pueblo de nuestra América, entonces española, que escogió la autodeterminación de sus propios asuntos.
Los próximos días, 11, 12, 13 y 14 de este abril, también conmemoramos los 15 años de la gesta donde, a esta generación de patriotas, nos tocó el privilegio histórico de defender la república, sus instituciones democráticas y el mandato popular cuando en las calles, en unión cívico militar, nos rebelamos contra el golpe de Estado imperialista y oligárquico, derrotando en menos de 48 horas la breve pero brutal dictadura de Pedro Carmona Estanga, restituyendo la plena vigencia de nuestra Constitución Bolivariana y el ejercicio legítimo del gobierno a nuestro comandante Chávez.
Un 19 de abril, pero de 1997, el Movimiento Bolivariano 200 aprobaba la propuesta de su líder Hugo Chávez, de enrumbar las fuerzas populares por un camino pacífico, democrático, electoral y crear una organización político electoral para participar en la contienda presidencial de 1998.
Esta decisión perseguía, como él lo argumentaba, colarnos por una ventanita que abriera el horizonte de la patria, evitando nuevos derramamientos de sangre al pueblo venezolano, a partir de la convocatoria de una Asamblea Constituyente que diera paso a transformaciones profundas en nuestra sociedad. Este abril se cumplen 20 años de aquella histórica decisión.
En abril de 2017 seguimos luchando por mantener el cauce democrático, pacífico y electoral de nuestra revolución, frente a la decisión del imperio y sus lacayos de llevar a nuestra patria a una confrontación violenta que destruya la república y así poder ponerle la mano a este suelo patrio y sus riquezas.
Frente a los que pretenden rendirnos con el chantaje de la intervención extranjera, nuestra respuesta debe ser la que le dio Eulalia Buroz a los realistas hace 200 años en la Casa Fuerte de Barcelona, cuando la instaron a pasarse al bando del Rey a cambio de su vida y ella les respondió, arrebatándole la pistola al oficial español, disparándole y exclamando por última vez: ¡viva la patria!
Así somos los venezolanos y las venezolanas que amamos profundamente esta historia sagrada que nos pertenece.
Hoy domingo de Ramos y en vísperas de la Semana Santa, encomendamos la paz de nuestra nación al Cristo Redentor.
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«En abril de 2017 seguimos luchando por mantener el cauce democrático, pacífico y electoral de nuestra revolución…»