Antonio Senzatela completó una sólida actuación de siete innings el martes para alcanzar su primera victoria en las Grandes Ligas. El novato de los Rockies fue la figura del partido contra los Padres de San Diego, en el triunfo de su equipo 3-2, en Coors Field. Así que su nombre volvió a aparecer en los principales medios de comunicación de Denver, justo como había ocurrido en su debut, cuando no permitió carreras en cinco entradas.
Pero, tras el desafío, el derecho solo pensaba en su madre y en dedicarle ese importante hito en su carrera.
Cuando regrese al país, llevará la pelota con la que terminó su actuación y la colocará en la tumba de su progenitora, Nidya, que falleció el 24 de julio de 2016, a la edad 52 años, tras perder la batalla contra el cáncer de estómago.
“Es para ella”, dijo Senzatela al Denver Post. “Sé que me estaba viendo”.
El valenciano, que perdió buena parte de la campaña anterior en Ligas Menores por molestias en el hombro, combinó una veloz recta, en el rango de las 93-97 millas por hora, que se mueve al llegar al plato, con un cortante slider para confundir a los bateadores de los Padres y dejar su efectividad en 1.50.
El joven, de 22 años de edad, ha mostrado prestancia y madurez sobre el montículo, muy por encima de su escasa experiencia en la Gran Carpa, de acuerdo con el manager Budd Black. Algo que exhibió durante los entrenamientos de primavera y le valió quedarse con el puesto de cuarto abridor, por encima de Germán Márquez, el favorito para ese lugar.
“Compite. Siempre está enfocado”, destacó Black. En la víspera de su estreno en las Mayores, el jueves de la semana pasada, Senzatela lució aplomado. “No estoy nervioso, sino emocionado. Tal vez mañana esté nervioso, pero pienso que dormiré tranquilo”.
Cuando recibió la pelota en el Miller Park, se complicó en la primera entrada y llegó a tener las bases llenas, con un out, pero obligó a Domingo Santana a batear para dobleplay y así conjurar la amenaza.