Christian Santos fue uno de los héroes en el partido que enfrentó al Betis contra el Deportivo Alavés, en donde los visitantes de endosaron una dolorosa goleada de 1-4 al conjunto sevillano que demostró que los babazorros tienen fondo de armario.
El partido inició con la sorpresa en la alineación del Alavés que dejó a varios titulares (Theo, Deyverson, Pacheco…) en la banca y otros que ni viajaron (Ibai Gómez, Toquero…), para dar paso a los no habituales, que al final terminarían respondiéndole a Pellegrino, aunque las cosas no comenzaron nada bien para ellos.
La pizarra la inauguró Rubén Pardo en apenas 12 minutos de juego con un disparo desde fuera del área que al pegar en la defensa y pasar la maraña de piernas se le coló a Ortolá en la portería. Los béticos estaban atacando bien, algo que hacía pensar que las cosas iban a ir de maravillas para el Betis, que nunca se imaginó lo que vendría en la segunda parte.
El Alavés despertó nada más comenzar el segundo tiempo. En 10 minutos intensos remontó el partido ante un Betis que asistió impávido al matadero. Krsticic fue el que dio el primer golpe en el minuto 48 al aprovechar un “regalo” de Tosca y con un chute raso, desde fuera del área, marcar el empate.
Allí no se detendrían, porque en el 53’ Carlos Vigaray correría la autopista en la que se convirtió la banda derecha para mandar un pase al medio que Rubén Sobrino se encargaría de mandar a guardar al fondo de la malla. Y sin dar tiempo, en el 58’, llegó el tercero con los mismos intérpretes pero distinto finalizador. Vigaray usó otra vez la banda derecha y está vez su pase al centro fue rematado por Christian Santos. El criollo marcó lanzándose al suelo su tercer gol en Liga y el quinto en lo que va de campaña.