El gobierno español calificó este domingo de «inaceptables» las acusaciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que trató de «cobarde» al mandatario español, Mariano Rajoy, y afirmó que la protesta del jueves en Madrid frente a la embajada de Venezuela «contó con la adecuada protección policial».
El jueves, el embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea, denunció que junto a decenas de personas permanecieron «secuestrados» en la embajada al no poder salir del lugar por una protesta de opositores venezolanos frente a la legación diplomática.
La denuncia dio pie a Maduro para pedir el viernes al rey Felipe VI que se investigue lo que calificó como una «agresión» al embajador, al tiempo que acusó a Rajoy de «cobarde» por permitirla y de buscar una confrontación con Caracas para «tapar» las denuncias de corrupción en su contra.
«El gobierno de España considera inaceptables las últimas declaraciones del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela en las que una vez más recurre al insulto y a la descalificación personal hacia el Presidente del Gobierno de España», expresó Madrid en un comunicado.
El gobierno español señaló que la manifestación del jueves estaba «autorizada» y subrayó que «en ningún momento puso en peligro la integridad de los asistentes al acto, pues contó con la adecuada protección policial.»
«Además, -continúa el comunicado- el embajador de Venezuela se mantuvo en contacto en todo momento» con las autoridades españolas.
«La calificación como ‘agresión’ o ‘secuestro’ de los hechos que tuvieron lugar sólo puede buscar desviar la atención de la profunda crisis política y económica que padece Venezuela», replicó el ejecutivo español en el comunicado.
Maduro enfrenta desde el pasado 1 de abril una oleada de protestas opositoras en las que murieron 38 personas y centenares resultaron heridas heridos o detenidas. Los manifestantes exigen elecciones generales y rechazan una Asamblea Constituyente «popular» convocada por el mandatario.
Los venezolanos también se han manifestado en contra del gobierno en varios países.
AFP