Para convocar a una Constituyente hace falta saber si el pueblo quiere convocarla, si decidió hacerlo, y la única forma de saberlo es preguntándoselo en referendo
Si el pueblo quiere organizarse, armarse y enfrentar militarmente al Gobierno, puede hacerlo pues es soberano para decidirlo. Si logra construir una vanguardia clara, formada y decidida, y si considera que no hay otra vía, pues adelante.
En ese momento veré si quiero y puedo acompañarlo en su gesta. Más joven no lo habría dudado, pero a esta edad puedo ser un peso muerto más que una ayuda. Lo apoyaría en todo aquello que me fuera posible. Ahora. Si el pueblo no se decide, no voy a decidir traer militares o mercenarios de otros países por él, para que nos hagan el trabajo en función de sus intereses y no de los nuestros. Estoy en desacuerdo con cualquier invasión extranjera para «socorrernos», incluyendo la cubana.
De la misma manera, rechazo la pretensión de Nicolás Maduro y la claque gobernante, de usurpar los deseos y la voluntad del pueblo al convocar, sin su autorización, a una Asamblea Constituyente. No hay ningún artículo en la Constitución que diga que el Presidente puede decidir por el pueblo. Para convocar a una Constituyente hace falta saber si el pueblo quiere convocarla, si decidió hacerlo, y la única forma de saberlo es preguntándoselo en referendo.
No creo que el pajarito ese que le susurra cosas al oído, le haya revelado la voluntad popular. Eso se lo creerán o dirán que se lo creen Elías, Aristóbulo, Earle, Escarrá “el vivo” y algún otro, pero el resto de los venezolanos no tenemos por qué creer ese cuento.
En unas declaraciones, Ramos Allup descalifica a los partidos opositores que asistieron a la convocatoria de la comisión presidencial de la constituyente, a la cual la MUD dijo no asistir, pero envió su emisario. Resulta que este señor, que lleva 18 años de fracasos, se atribuye el derecho de decidir quién conversa y con quién se conversa.
Ellos hablan con el Gobierno aquí y en el extranjero, en público y en privado y a escondidas de sus seguidores, pero según ellos nadie más puede conversar con el Gobierno. Ellos hablan con Almagro, Trump, Santos, Uribe, Macri, Temer, el Papa, la Conferencia Episcopal, Samper, pero los opositores que no están con ellos no tienen derecho a conversar con nadie, so pena de ser calificados de títeres, tarifados y cualquier otra cosa que se les ocurra. Si alguien ha sido acusado de tener incluso negocios con el Gobierno es el propio Ramos Allup. Quizás por eso piensa que todo el mundo es comprable.
En 1898, EE.UU. acusó a España de la voladura del acorazado “Maine” en la bahía de La Habana, lo que fue un pretexto para declararle la guerra a España y posesionarse de Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico. Más tarde se supo que la misma marina estadounidense había efectuado el atentado. El caso de Irak es mucho más reciente y conocido: no había armas de destrucción masiva, pero la invasión se produjo y el Presidente iraquí fue apresado y más tarde ejecutado. Con estos antecedentes, no se puede confiar en los cargos que hoy hacen de narcotráfico y terrorismo a nuestros gobernantes. Sin pruebas reales ni investigación independiente, no acepto estas acusaciones.
Luis Fuenmayor Toro