Una de las reacciones más comunes de los seres humanos ante las adversidades, es la de quejarnos y renegar de Dios.
Sin embargo la Biblia nos asegura que cada prueba nos deja una enseñanza para nuestra vida y que en medio de ella está Dios, aunque no lo veamos.
En la Epístola de Santiago, capítulo 1, versículos 1 al 4 podemos leer: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de nuestra fe produce paciencia. Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.
Cuando nosotros reconocemos que Dios permite las dificultades para formar nuestro carácter y fortalecer nuestra fe, entonces sacamos de esas pruebas las enseñanzas que nos ayudarán a vivir una vida acorde a su voluntad.
Quizás para algunos lectores esta realidad sea difícil de aceptar y se nieguen a creer que Dios permita que suframos, pero en las Santas Escrituras vemos que Él no nos deja solo en las dificultades.
Leamos lo que nos dice la Biblia en la Primera Carta a los Corintios, capítulo 10, versículo 13: “A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla”.
Dios está consciente del problema que estás pasando en estos momentos, por ello es necesario que te refugies en Él y le pidas fuerzas para sobrellevarlo y superarlo y Él no te abandonará. Si lo crees, Él hará.
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y aceptarlo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios. Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
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