El otrora protagonista de emblemáticas novelas de RCTV y Venevisión envió un comunicado de prensa, donde fija posición sobre la difícil y nada virtual crisis que atraviesa Venezuela. Fernando Carrillo apoyó al comienzo, el régimen presidido por el fallecido Hugo Chávez Frías, pero luego de un tiempo se desligó de éste y desde Estados Unidos, sede de operaciones de su ahora carrera internacional, ha seguido de cerca la grave problemática que aqueja a nuestro país. La cruel represión, derramamiento de sangre y asesinatos suscitados en los más de cincuenta días de protestas que se han evidenciado a lo largo y ancho del territorio nacional, hicieron que el actor y cantante, enviara a los medios de prensa venezolanos este comunicado donde nuevamente deja clara evidencia de su arrepentimiento, invitando a todos a apostar por la reconciliación y el perdón. Muerde Aquí transcribe fielmente a continuación dicha carta.
Comunicado:
Yo como millones de venezolanos apoyé la revolución Bolivariana que dirigió el presidente Hugo Chávez, lo hice basado en los principios humanistas que me inculcaron mis padres desde muy joven. Apoyé las distintas misiones de inclusión social, que ayudaron a gran parte de la población, a los mismos que fueron excluidos por más de 40 años por gobiernos adecos y copeyanos.
Durante estos últimos 18 años la Revolución Bolivariana gozó de la bonanza petrolera más alta conocida en nuestra historia reciente, pero no se aprovechó, más allá de los programas sociales y asistenciales, en utilizar los recursos petroleros para desarrollar otros sectores importantes de nuestra economía, como diría el ilustre Arturo Uslar Pietri: «sembremos el petróleo»… Cambiar un modelo agotado rentista petrolero, por uno más diversificado y productivo, pero ese cambio anhelado nunca llegó. La Revolución dentro de la Revolución, nunca llegó.
A 4 años del gobierno de Nicolás Maduro, la economía está colapsada, el aparato productivo nacional casi inexistente, esto produce escasez de alimentos y medicinas, y la soberanía nacional está en peligro, porque se importa casi todo lo que se consume, y la inflación galopante devora los modestos aumentos salariales.
Me da tristeza ver a miles de jóvenes emigrar a otros países buscando un mejor futuro, para evitar ser una estadística más a manos del hampa común. Y aquellos que deciden quedarse y protestar en contra del gobierno se les reprime excesivamente, o se les encarcela o mueren por su sueño de vivir en un mejor país. Al parecer ahora en Venezuela es un delito pensar diferente.
La mayoría de los venezolanos queremos un cambio en la forma de dirigir al país, pero los actuales líderes, han mostrado su incapacidad para un diálogo sincero que garantice un cambio dentro de la constitución. La mejor manera de garantizar la paz del país y que cese la violencia y la represión del gobierno es que el Consejo Nacional Electoral anuncie un cronograma electoral que incluya las elecciones de gobernadores y alcaldes, cuyos periodos constitucionalmente están vencidos desde el 2016.
No apoyo la iniciativa a una Asamblea Nacional Constituyente, la actual constitución, es la más amplia e inclusiva del continente, lo que se necesita es que el Ejecutivo Nacional cumpla la constitución, y que haya una real y verdadera separación de los distintos poderes públicos.
Estoy convencido que al presidente Nicolás Maduro y al mismo Diosdado Cabello (God Given Hair) el país les quedó grande, y la corrupción está fuera de control, y deben salir del poder por la vía de los votos en diciembre del 2017. Como dijo Simón Bolívar: «Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos, es digno de ellos».
No apoyo otra vía fuera de la constitución, porque nos puede llevar a niveles más altos de violencia que puede desencadenar en una guerra civil, o insurgencia armada como sucedió en Centro América y en nuestra vecina Colombia.
Soy parte de la mayoría que no se ve identificada ni con el Gobierno, ni con la oposición, y me sumo a ese movimiento social del pueblo mismo, que exige cambio, que exige desarrollo, que exige bienestar, que exige paz y que necesita de un nuevo liderazgo para dirigir la nación en un gobierno pos Maduro, Cabello y todo su entorno.
Los enfrentamientos que se promueven sólo producen más polarización política y social en la calle, con resultados fatales, víctimas inocentes y heridas imborrables en una población que sólo desea mejorar su nivel de vida, que se ha visto deteriorada durante estos últimos cuatro años.
Soy Cristiano y mi madre era Católica, y por eso escucho el llamado de paz del Papa Francisco y no creo en desearle la muerte a nadie, Chavista o no. No creo en guarimbas. No creo en la destrucción de la propiedad privada, hospitales, escuelas o entidades del Estado. Denunció todo hecho vandálico. Tampoco creo en pedir un golpe militar y mucho menos en apoyar una intervención militar extranjera. Condeno todos los actos de violencia y es imperdonable que nos incendiemos literalmente unos a otros, pues todos somos hijos de Dios.
Venezuela es un país bendecido con una población multirracial y con diversidad de influencias religiosas, culturales, políticas, somos un país sumado en una profunda crisis espiritual, social, moral y económica. Pero somos un país con extraordinarias riquezas naturales, tenemos inmensas reservas, de petróleo, gas, oro, diamantes, bauxita, hierro, coltan, aluminio, etc.
Hago un llamado a todos los venezolanos a que dejemos de caer en la trampa de etiquetarnos como Chavistas y Escuálidos, somos todos Venezolanos hijos de Bolívar, no debemos vernos como enemigos porque tengamos ideas políticas diferentes. Quiero recordar al gran pacifista Mahatma Gandhi, quien expresó: “El odio y la intolerancia son los enemigos del correcto entendimiento”.
Venezuela necesita perdón y reconciliación, debemos dejar a los líderes extremos que pregonan ideologías de izquierda y de derecha y encontrarnos en el centro que es donde está la mayoría del país.
Vienen a mi las palabras de Martin Luther King: “El progreso humano no es ni automático ni inevitable… Cada paso hacia la meta de la justicia requiere sacrificio, sufrimiento y lucha”.
El Gobierno debe escuchar y atender las demandas del pueblo y que pare la represión, a la oposición le hago un llamado a que se avoque al sentir verdadero del pueblo y no a sus intereses particulares. Es hora de un verdadero cambio.
Hago un llamado a todos mis compatriotas venezolanos, a los sectores políticos y económicos, a los segmentos de la población que se oponen al gobierno de Nicolás Maduro como a aquellos segmentos de la población que aún lo apoyan, les pido, les ruego, que pongan a un lado sus intereses de poder y busquen una solución a los problemas del país prevaleciendo: la justicia y el respecto a la constitución y las leyes de la República Bolivariana de Venezuela.
Me uno en oración al Papa Francisco, y los millones de cristianos que están pidiendo a Dios Todopoderoso y a nuestro Señor Jesucristo, por paz, amor, perdón y reconciliación por mi patria, a la cual no puedo regresar por ahora, ya que el actual gobierno no me da garantías jurídicas, ni la de mi integridad física y personal.
Dicen que del amor al odio hay un paso… proclamo, decreto y tengo la visión, de que también del odio al amor, habrá un paso. Errar es de humanos. perdonar es de sabios.
Te amo Venezuela y te llevo tatuada en mi corazón…
Esta es la hora de las definiciones en nuestra patria, tal vez mañana me insultan de ambos bandos. ¿Pero nadie en Venezuela piensa como yo?… ¿Nadie más cree en el camino de la paz y el amor?.. ¿Nadie más que yo creé en el perdón y la reconciliación? «Síganme los buenos,» aquellos que creemos que lo mejor de Venezuela esta por venir, y no este presente de mediocridad y egoísmo.
Súmate al ejército de angeles que quiere una mejor Venezuela: de inclusión, unión, progreso, de amor y paz. Aquí en www.angelvisionproductions.com
Seamos todos angeles. Pronto lanzaremos la misión de este ejército del bien, del amor
Fernando Carrillo.
MUERDE AQUI EXPRESS /@diegokapeky