El proceso de enseñanza y aprendizaje se ha visto afectado por la ausencia de docentes y estudiantes a las aulas en las últimas semanas, de acuerdo a nota de prensa enviada a los medios desde Educación Miranda, dependencia del gobierno regional, donde además se refiere que esto ha perjudicado el desarrollo de las actividades académicas tanto en niños como en adolescentes.
En este sentido, el secretario para el Progreso Educativo de Miranda, Juan Maragall, explicó que para abordar de manera positiva esos escenarios se requieren escuelas abiertas y funcionando. “Se deben abrir los espacios de participación estudiantil para el diálogo, el consenso, la reflexión, la producción, la enseñanza de valores, la defensa de los derechos humanos y fundamentalmente la formación académica necesaria para continuar con éxito la prosecución escolar”.
Por su parte, el director adjunto de Educación Miranda, Óscar Iván Rose, señaló que es indispensable vencer la desesperanza y desmovilización escolar con la presencia de los alumnos en las aulas escolares.
“Con las escuelas abiertas hay acción pedagógica y formación ciudadana. Para mantener las escuelas abiertas y funcionando se requieren de nuestros directivos y docentes con un liderazgo efectivo, integrador, promotor de paz, democrático, resiliente, afectivo y transformacional para que aún en tiempo de dificultades en el ámbito personal, familiar o comunitario, logren cumplir con los objetivos pedagógicos y administrativos trazados en la institución escolar», dijo.
Ambos coinciden en que se deben manejar las contingencias en cada escuela se deben tomar decisiones que beneficien a la comunidad escolar. “Lo importante es tomar decisiones producto del diálogo entre los directivos, docentes, padres, alumnos y comunidad».
Con el propósito de acompañar a los docentes en el accionar pedagógico para favorecer el aprovechamiento del tiempo escolar, así como el trabajo a desarrollar con maestros y estudiantes, compartieron algunas orientaciones que pueden ser de utilidad para el diagnóstico y la planificación de planes y actividades que permitan garantizar el logro de objetivos en los niveles educativos.
“Sugerimos que se reúna el equipo docente y directivo para revisar los días hábiles que restan del año escolar y determinar cuánto tiempo queda para el desarrollo de contenidos y competencias en cada nivel y modalidad, lo que les permitirá, de ser necesario, reprogramar actividades para aprovechar al máximo el tiempo pedagógico”, expresaron.
Asimismo, recomiendan diagnosticar por sección los contenidos desarrollados y por desarrollar, para lo cual cada docente identificará los aprendizajes esperados, competencias, objetivos y contenidos vistos y logrados por los estudiantes para determinar cuáles de ellos faltan por trabajar y priorizar los que se deben ejecutar en el tercer lapso.