Muchos celebraron el triunfo del film sueco The Square, pero otros se quejaron porque superó a otras piezas de calidad
El jurado del 70º Festival de Cannes, presidido por el español Pedro Almodóvar, dividió a los críticos de cine al atribuir la Palma de Oro a la comedia sueca The Square, una decisión sorprendente y atrevida en detrimento de 120 pulsaciones por minutos y Loveless, que salían como favoritas.
Una Palma que divide
Al premiar The Square, el jurado presidido por el español Pedro Almodóvar causó sorpresa. Esta comedia feroz que ridiculiza al mundo del arte provocó grandes carcajadas en el Festival, aunque nadie pensaba que se llevaría un galardón así.
«El jurado de Pedro Almodóvar ha caído en lo fácil», lamenta el semanario cultural galo Télérama.
Feliz, el diario francés Le Figaro se congratulaba porque «por una vez, críticos, cinéfilos y jurado estén en la misma onda».
La opinión más reservada llegó de la revista francesa Les Inrockuptibles: «la Palma de Östlund no resulta escandalosa, aunque hubiéramos preferido ‘120 pulsaciones por minuto’, un filme menos seductor a primera vista pero, en cambio, más profundo y comprometido».
La prensa extranjera se mostraba igual de dividida.
Para Todd McCarthy, del Hollywood Reporter, «The Square merecía su recompensa», mientras que para Peter Bradshaw, del británico The Guardian, fue «una elección honrosa, pero resulta decepcionante que el jurado no haya apoyado el formidable Loveless», del ruso Andrei Zviaguintsev.
Una edición oscura
Si bien se ha premiado una sátira que hace pensar sobre la cobardía del ser humano, la edición 2017 del Festival de Cannes estuvo marcada, sobre todo, por la perversidad.
No faltaron razones para desesperarse ante la pantalla, desde la historia de un abuelo que le pedía a su nieta que lo ayudara a morir en la acertadamente bautizada Happy end; a otras con niños sacrificados en nombre de la ley del Talión (The killing of a Sacred Deer), abusados sexualmente (You were never really here) o simplemente olvidados por unos padres centrados en hacer su vida (Loveless).
Frente a esto, la figura del vengador invadió la Croisette, de Joaquin Phoenix en la película de Lynne Ramsay a Diane Kruger en la de Fatih Akin. Dos actores premiados por su interpretación.
Maltratados, los niños son, a pesar de todo, portadores de esperanzas con una determinación que no tiene nada que envidiar a los adultos (Okja, Wonderstruck). Y, si bien el individuo no aparece en su mejor momento, el colectivo es homenajeado en 120 latidos por minuto, un fresco sobre los años del SIDA y el combate de la asociación Act Up (Gran premio de esta edición).
La tribulación poética sobre las carreteras de Francia de Agnès Varda y el artista JR, Visages, villages, se alzó el sábado con el premio al mejor filme documental.
Nicolas Pratviel / AFP
Aurélie Mayembo / AFP