Al menos 90 personas murieron y 400 resultaron heridas en un atentado con camión bomba este miércoles en el barrio diplomático de Kabul, marcando un sangriento comienzo del ramadán, mes de ayuno sagrado musulmán.
El ataque, uno de los más violentos contra esta zona ultraprotegida en donde hay numerosas embajadas, se llevó a cabo en hora pico y con grandes medios.
«La explosión [estuvo] causada por una cisterna de agua que contenía más de una tonelada y media de explosivos. Dejó un cráter de 7 metros de profundidad», indicó a la AFP una fuente occidental en Kabul.
La carga explosiva del camión bomba fue accionada por un kamikaze hacia las 08H30 locales (04H30 GMT), según el ministerio de Interior.
La explosión provocó una potente onda expansiva que causó numerosos daños en los alrededores, según imágenes aéreas difundidas por el canal afgano Tolo.
El ataque no fue reivindicado hasta ahora ni tampoco se conoce bien cuál era su objetivo. Según la embajada estadounidense en Kabul la explosión se produjo «cerca de la embajada de Alemania (…) en una calle frecuentada».
La agencia de inteligencia de Afganistán acusó a la red yihadista Haqqani, aliada de los talibanes, de haber perpretado el ataque.
Pero los talibanes, que anunciaron a fin de abril el inicio de su «ofensiva de primavera», afirmaron en Twitter no estar implicados en este atentado de Kabul, que condenan «con firmeza». En el pasado los talibanes no reivindicaron los atentados en los que la cantidad de víctimas civiles resultaba ser muy elevada.
La organización yihadista Estado Islámico (EI), autora de varios atentados sangrientos en Kabul en los últimos meses, no se pronunció por el momentos.
Emal Haidary / AFP