Una exenfermera se declaró culpable este jueves de asesinar a ocho ancianos que estaban bajo su cuidado en asilos en Canadá, cerrando así uno de los peores casos de asesinatos en serie de la historia del país.
Elizabeth Wettlaufer, esposada en una celda en la sala del tribunal, respondió sencillamente «sí» cuando un juez le preguntó si había perpetrado los asesinatos premeditados, y también admitió otros cuatro intentos de homicidio y dos agresiones.
El tribunal escuchó también que Wettlaufer había sufrido una cólera extrema a lo largo de su cvarrera laboral y de su vida.
La exenfermera disipó cualquier especulación de que hubiera actuado en nombre de los pacientes, al afirmar que sus víctimas no consintieron que les administrara una sobredosis de insulina.
AFP